Una transformación silenciosa en el cambio climático

Se estima que el impacto del cambio climático ya reduce el PIB global por 1.6% cada año. La Comisión Global sobre la Economía y el Clima ha señalado que, conforme las temperaturas se elevan hacia un aumento de 2°C, hasta 2% más del PIB podría perderse cada año hasta 2050, esto incluso tomando en cuenta las medidas planeadas para contrarrestar el problema. No obstante, este año parece perfilarse para alcanzar un volumen récord de emisiones de efecto invernadero, y el mundo se mantiene en camino hacia un aumento en la temperatura de 4°C a finales de siglo o antes.
De cualquier manera que deseemos ver el asunto, debe hacerse más.
Este es el mensaje del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, al reunirse con jefes de gobierno, organizaciones internacionales, ONGs y líderes empresariales hoy en Nueva York en una Cumbre sobre el Clima sin precedentes.
Esta es una reunión única y una oportunidad única. No habrá negociaciones entre las naciones ni se firmará acuerdo internacional alguno. El momento y el lugar para hacerlo será el año próximo en París, cuando se espera que se alcance un nuevo acuerdo global sobre el cambio climático bajo el auspicio de las Naciones Unidas.
En lugar del acuerdo, la Cumbre sobre el Clima del secretario general toma su ímpetu del reconocimiento de que, ante el cambio climático, nos enfrentamos a un reto de tal escala y complejidad que ningún actor individual puede ofrecer una solución por sí solo. Sólo por medio de la colaboración de múltiples partes interesadas podemos abordar este problema.
Este es un desarrollo importante en la manera de pensar que podría reflejar nuestra más compleja era.
Estamos en una era de restricciones fiscales marcadas por significativos retos geoeconómicos y geopolíticos. Esto hace cada vez más difícil que las naciones estado alcancen acuerdos internacionales en cualquier tema global a largo plazo. La política del cambio climático es un buen ejemplo.
No obstante, con un pronóstico cada vez peor del cambio climático y de sus consecuencias económicas y sociales como trasfondo, estas dificultades multilaterales están incitando nuevos e innovadores modelos. Las alianzas entre ciudades, provincias, organizaciones de la sociedad civil, ONGs, empresas, organizaciones internacionales e incluso gobiernos están encontrando una causa común conforme buscan abordar aspectos del cambio climático en sus regiones o a través de sus redes y cadenas de suministro.
Un buen ejemplo es la alianza global entre las compañías líderes del mundo en bienes de consumo y los productores, así como muchos importantes países con bosques tropicales, donantes y ONGs. Esta alianza presentará un compromiso común en la Cumbre sobre el Clima para eliminar la deforestación durante el proceso de elaboración de productos agrícolas, como el aceite de palma, la soya, el papel y la carne de res, a más tardar en 2020. Esto es significativo. La producción insostenible de estos cuatro productos es responsable de la mitad de la deforestación tropical del mundo, la cual genera aproximadamente 11% de las emisiones globales de gas de efecto invernadero.
Otro ejemplo es la nueva alianza global pactada entre gobiernos, productores de alimentos, agricultores, científicos, sociedad civil, organizaciones multilaterales y el sector privado. La Alianza Global para la Agricultura con un Clima Inteligente presentará una nueva colaboración en la Cumbre sobre el Clima, la cual se enfoca en aumentar la investigación y el desarrollo e inversión para promover la agricultura de “clima inteligente” en el mundo en vías de desarrollo, sobre todo entre pequeños agricultores, pescadores y ganaderos. El objetivo es habilitar por lo menos a 500 millones de agricultores en todo el mundo para que puedan volverse resistentes y alcanzar seguridad alimentaria para el año 2025.
La Junta para los Estándares de la Declaración de Carbono es otro buen ejemplo. Esta alianza global público-privada ha ayudado a crear un marco que las compañías pueden usar para reportar los riesgos relacionados con el clima de sus operaciones y su desempeño en sus informes anuales a sus accionistas. Esta semana, las primeras 50 compañías importantes de todo el mundo han anunciado que comenzarán a informarle a la comunidad de inversionistas acerca de esta base comparable, y que lo harán fundamentalmente por obligaciones fiduciarias, no sociales.
El Banco Mundial también está movilizando nuevas colaboraciones para la Cumbre sobre el Clima, las cuales incluyen una campaña global para apoyar la fijación del precio del carbono. Sus esfuerzos han reunido a más de 1,000 empresas globales y más de 70 países, representando una parte significativa del PIB global y emisiones de gas de efecto invernadero.
Estos son sólo algunos de los ejemplos de la amplia gama de las colaboraciones de importantes partes interesadas múltiples que están surgiendo de diferentes sectores y entre actores múltiples en la economía global para ayudar a encontrar soluciones al cambio climático. Por medio de una colaboración informal con las Naciones Unidas, el Foro Económico Mundial se enorgullece en desempeñar su papel al ayudarles a estas y otras partes interesadas a avanzar esta nueva y complementaria agenda.
Cualquiera que sea hoy el resultado de la Cumbre sobre el Clima de las Naciones Unidas en Nueva York, estas son las verdaderas noticias. Algo profundo y muy práctico está echando raíces. La primera ola sustancial de asociaciones de partes interesadas en abordar el cambio climático ha comenzado.
Es una transformación silenciosa y que está todavía en sus etapas iniciales. No obstante, esto es lo más importante acerca de la Cumbre sobre el Clima. Pasando por alto todos los detalles, ya ha promovido un cambio en la manera de pensar, enfatizando que existen otras maneras prácticas de abordar el cambio climático por medio de la movilización de colaboraciones exitosas de partes interesadas múltiples. Estoy convencido de que esto ofrecerá un impulso considerable a las negociaciones políticas en ruta a París a finales de 2015.
A fin de aumentar el ímpetu, puedo declarar que la Reunión Anual del Foro Económico Mundial en Davos en 2015 de nuevo mantendrá un fuerte enfoque en el cambio climático y en los retos del desarrollo interconectados a los que nuestro mundo se enfrenta.
Autor: el profesor Klaus Schwab es el fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial.
Imagen: REUTERS/Gary Hershorn
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