Diez formas en las que las naciones pueden mejorar su competitividad

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Durante más de 30 años el Foro Económico Mundial ha estudiado y evaluado la competitividad, universalmente aceptada como el factor clave para mantener la prosperidad y mejorar el bienestar de los ciudadanos de una nación.

Actualmente el Foro se encuentra elaborando un depósito de competitividad que muestre ejemplos de programas exitosos de competitividad basados en una colaboración pública-privada. A continuación se ofrecen 10 ejemplos de diversos lugares del mundo.

AustriaEl Programa del Centro de Competencia KPlus, fundado conjuntamente por el gobierno y el sector privado, se creó a finales de los años 90 en reconocimiento del aumento de la importancia de la innovación basada en la ciencia, para la economía austriaca. Su objetivo era promover la investigación previa a la competitividad con un alto potencial para su aplicación comercial.

Anualmente se otorgan fondos de entre 2,2 y 4,4 millones de euros para cuatro o más años, a consorcios formados por instituciones investigadoras y un mínimo de cinco socios industriales. Sus propuestas de investigación deben ser de una alta calidad científica y tecnológica, deben ser capaces de introducir las competencias científicas y económicas en una masa crítica y su trabajo debe tener el potencial para proporcionar beneficios económicos a empresas austriacas. Actualmente 285 empresas colaboran con instituciones investigadoras en 18 Centros KPlus.

El programa ha logrado acercar con éxito a los sectores público y privado para acelerar la generación de conocimientos y para ayudar a Austria a alcanzar su objetivo nacional de I+D del 3%, superando a muchos de sus países vecinos.

India: Infrastructure Leasing & Financial Services Ltd (IL&FS Skills) fue fundada en 2007 por una importante empresa de infraestructuras, como iniciativa lucrativa para paliar el déficit nacional de capacitación técnica, formando a jóvenes de áreas rurales en 16 sectores estratégicos. IL&FS Skills emplea un modelo de asociación público-privado para trabajar estrechamente con 1000 empresas asociadas y la Empresa Nacional para el Desarrollo de la Capacitación Técnica, financiada por el estado. Dirige institutos en 24 de los 28 estados de India.

Los institutos siguen un plan reconocido por la industria para garantizar que los alumnos estén preparados para empezar a trabajar, lo cual en muchos casos queda previamente garantizado por las firmas asociadas. Hasta la fecha, 100.000 estudiantes han sido formados en 18 escuelas “centrales” y 355 centros “radiales”, de los cuales el 85% ha logrado un empleo.

Países Bajos: El gobierno lanzó el programa Leading Technological Institutes (Institutos de liderazgo tecnológico) en 2007 al detectar que la innovación se estaba viendo afectada por una colaboración inadecuada entre el mundo académico y la industria. El estado financia hasta el 50% de los costes de los institutos virtuales principales, que reúnen a las organizaciones públicas de investigación con socios industriales que definen los programas, garantizando que la investigación va en línea con las necesidades a largo plazo del sector privado.

Entre los resultados se incluyen 892 publicaciones en revistas revisadas por expertos, 22 aplicaciones de patentes y seis productos derivados. En la actualidad hay nueve institutos y el gobierno ha hecho de este programa el modelo para su nueva iniciativa en innovación, Topconsortia for Knowledge and Innovation (Topconsorcios para el Conocimiento y la Innovación; TKI). Se han formado 19 centros TKI, con un presupuesto total de 500 millones de euros hasta 2015 y una participación privada mínima del 40%.

Suecia: La Agency for Higher Vocational Education (Agencia para una mayor formación vocacional) se formó en 2009 tras detectarse que la falta de programas vocacionales estaba privando a las empresas de trabajadores competentes, lo cual estaba generando un obstáculo al crecimiento económico.

Una vez al año las organizaciones públicas y privadas solicitan a la Agencia su aprobación y financiación para ofrecer formación vocacional. Se otorgan becas a aquellos programas relacionados con la demanda existente de cualificación profesional. Cada año la agencia invierte alrededor de 275 millones de dólares. En 2012, 40.000 estudiantes se inscribieron a 1.000 programas de la Agencia.

El sector privado aporta unos 69 millones de dólares en valor al año, a través de aportaciones como tutores, equipo y material, y facilitando formación en el lugar de trabajo.

Una encuesta reciente reveló que 9 de cada 10 estudiantes estaban trabajando por cuenta propia o ajena un año después de completar sus estudios, y que el 62% de estos estudiantes trabajaba en empleos relacionados con su programa.

Chile: Start-Up Chile se fundó en 2010 como parte de una estrategia para liberar a Chile de su dependencia de las industrias tradicionales como la minería y para transformar el país en el centro neurálgico de la innovación y el emprendimiento de Latinoamérica. Su objetivo es atraer a los mejores y más brillantes emprendedores del mundo e impulsar la cantidad y calidad de nuevas empresas en el país.

Con un presupuesto anual medio para financiar nuevas empresas de 11 millones de dólares, Start-Up Chile ofrece 100 plazas anuales en el programa. En cada ocasión recibe más de 1.500 solicitudes a nivel mundial. Las nuevas empresas seleccionadas reciben visados de trabajo anuales, 40.000 dólares y el acceso a una comunidad de más de 800 nuevas empresas preparadas para trabajar en colaboración. Hasta este momento, más de 750 empresas y 1.500 emprendedores han llegado al país al amparo de este programa.

Fundado por CORFO, la principal agencia de desarrollo económico del país, el programa también está respaldado por empresas como Telefónica, que ofrece espacios de trabajo, Internet y otras instalaciones.

El programa está logrando un gran éxito, provocando un cambio cultural interno, creando más emprendedores chilenos – un 40% de las solicitudes más recientes eran de firmas chilenas– y aumentando la colaboración entre universidades y emprendedores.

Unión Europea: Las European Innovation Partnerships (Asociaciones europeas de innovación; EIP) forman parte de una serie de iniciativas de la Comisión Europea lanzadas en 2010 para mejorar las condiciones y la financiación para la investigación y la innovación y garantizar que las ideas innovadoras pueden transformarse en productos y servicios que respondan a los grandes retos sociales y creen crecimiento y empleo.

Las EIP desarrollan planes estratégicos, aceleran el proceso de innovación y reducen el intervalo entre fases, como los resultados de I+D y los prototipos y su comercialización y uso. Hasta el momento se han lanzado cinco, dedicadas a: el envejecimiento activo y saludable, la agricultura sostenible y productiva, ciudades y comunidades inteligentes, agua y materias primas.

Los socios privados participan en la gestión y la implementación. Contribuyen al trabajo de la asociación empleando sus propios recursos y se benefician de la oportunidad de influir en la legislación, los estándares y las adquisiciones futuras y de acceder a mercados más grandes.

Finlandia: VIGO, un programa de aceleración de iniciativas, se lanzó en 2009 en respuesta a la “paradoja finlandesa”: el hecho de que, a pesar de la sólida capacidad innovadora e institucional, el país ha tenido pocas nuevas empresas de gran crecimiento.

El programa une a las nuevas empresas, innovadoras pero inexpertas, con emprendedores experimentados, formando equipos aceleradores de tres o cuatro expertos que guían hasta 10 empresas en las que han invertido su propio dinero. Cada nueva empresa tiene acceso hasta a 2 millones de euros en becas gubernamentales para pagar al equipo acelerador por sus servicios. Desde su lanzamiento, los equipos aceleradores han atraído un total de 200 millones de euros en financiación para sus 60 empresas objetivo.

Marruecos: EFE-Maroc es un asociado de Educación para el Empleo, una red de ONG que crea oportunidades económicas para jóvenes desempleados en Egipto, Jordán, Marruecos, Palestina, Túnez y Yemen, trabajando con socios extranjeros para ofrecer una formación profesional y técnica de la mejor calidad que se traduzca directamente en empleos y apoyo al emprendimiento.

Paradójicamente, la crisis de desempleo joven en Oriente Medio y el norte de África coexiste con una demanda no satisfecha de personal cualificado. Es este descuadre el que EFE-Maroc intenta reducir a través de cuatro programas clave: enseñar a los jóvenes marroquíes habilidades profesionales fundamentales para el sector privado, dotar a los graduados desempleados de técnicas de ventas B2C, proporcionar habilidades en TIC a través del Digital Literacy Curriculum (Programa de alfabetización digital) de Microsoft y ofrecer preparación para el empleo a corto plazo para estudiantes.

EFE-Maroc se ha asociado con 200 negocios, ofreciéndoles los empleados cualificados de nivel básico que necesitan para hacer crecer sus operaciones, y con 25 instituciones educativas, mejorando la tasa de empleo de sus graduados. A finales de 2013, 6.000 jóvenes, la mitad de ellos mujeres, se graduaron en los programas de empleo de EFE-Maroc, casi 5.000 estudiantes fueron formados en técnicas de búsqueda de empleo y se proporcionó trabajo a más de 860 jóvenes.

Filipinas: El Educational Service Contracting Scheme (Programa de contratación de servicios educativos; ESC) se lanzó en modo de prueba en 1977 y se amplió a nivel nacional en 1989 para contrarrestar la congestión y la baja calidad de la educación en las escuelas públicas. El programa consiste en subvencionar a estudiantes para aprovechar la capacidad excedente y los estándares superiores de la educación en los centros privados de enseñanza.

Es una de las asociaciones educativas pública-privada más grande del mundo. En el año académico 2011-2012, 634.000 estudiantes del ESC se matricularon en 2.860 escuelas participantes. El coste fue de 3.100 millones de pesos filipinos, pero un estudio del Banco Mundial determinó que el programa fue altamente rentable. Teniendo en cuenta el coste de nuevos edificios y profesores, acomodar a los estudiantes excedentes en escuelas privadas tuvo un coste un 58% más bajo del que habría tenido enviarlos a escuelas públicas.

Estados Unidos: La Automotive Manufacturing Technical Education Collaborative (Cooperativa de formación técnica para la fabricación de automóviles; AMTEC) es un programa conjunto de universidades comunitarias y grandes fabricantes de automóviles, diseñado para responder a la severa carencia de personal cualificado, dotando a los estudiantes de las capacitaciones de alta calidad necesarias para trabajar en la industria del automóvil.

Con unas tasas crecientes de empleo, generadas por la captación temprana en escuelas de secundaria, AMTEC ha crecido para pasar de ser un programa vocacional único lanzado en Kentucky por Toyota a mediados de los años 2000, a abarcar a 30 universidades y 34 plantas a través de una docena de estados.

El programa de pago ofrece a los estudiantes dos días a la semana de clases teóricas y tres días de formación práctica, ofrecida por Ford, General Motors, Toyota y BMW, empresas que también se implican en el diseño del programa.

Autor: Beñat Bilbao, director asociado, economista principal, Competitividad Global y Riesgo, Foro Económico Mundial

Imagen: REUTERS/Heinz-Peter Bader

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