Asia del Este tiene que proteger a sus agricultores

La agricultura no trata solamente sobre la comida, sino también sobre la vida. El negocio de la agroindustria se trata sobre la optimización de ganancias de una manera inclusiva para que todas las personas en la línea de producción se beneficien, sobretodo aquéllas que producen: los y las agricultores/as.
Es alarmante que en los países emergentes la gente que produce la comida es la más pobre y la más hambrienta. Los y las pequeños/a agricultores/as son los más vulnerables; no tienen cuentas bancarias en las que apoyarse, y cuando pierden sus cosechas y su ganado, pasan hambre. Están eternamente a la merced de comerciantes y legisladores. Contribuyen muy poco al cambio climático y, sin embargo, son víctimas inmediatas de las calamidades ambientales.
Los/as pequeños/as agricultores/as pueden ser parte de la solución a la seguridad alimentaria mundial; pueden ayudar a darle de comer al mundo. Pero no pueden hacerlo solos/as. Necesitan que los países ricos y los pobres, al igual que las pequeñas y las grandes empresas, apoyen e inviertan en desarrollo agrícola y rural, para que así la gente pase de una agricultura de subsistencia a un mercado justo.
Según se expande la población del mundo hacia los 9 mil millones de habitantes que se proyecta para el 2050, la demanda sobre la agricultura crecerá. Los patrones de crecimiento poblacional y de consumo de alimentos indica que la producción agrícola deberá aumentar un 70% para poder satisfacer la demanda mundial de comida en el 2050 .
Entonces, ¿cómo puede la agricultura satisfacer esta demanda? Al fin y al cabo, también tendrá que enfrentarse a las cosechas menguantes, la escasez de agua, la creciente competencia por el terreno y la responsabilidad de cortar su impacto ecológico.
En la mayoría de los países, la agricultura no se considera algo atractvo. Al contrario, se percibe como algo que te lleva directamente a la pobreza y la monotonía. La gente joven se está yendo del campo en busca de mejores oportunidades en zonas urbanas. No podemos culparlos, ya que han sido testigos de la pobreza que han sufrido sus padres y madres a manos de la agricultura.
La seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza dependen de una inversión en la agricultura. Desafortunadamente, los niveles de inversiones en países emergentes han disminuido considerablemente en las últimas décadas. Si queremos crear más trabajos y asegurar la sostenibilidad ambiental, hay que prestarle atención a esto. Los agricultores deben ser el centro de las estrategias agrícolas; deben contar con el apoyo del gobierno y de las inversiones de donantes en los bienes públicos.
¿Entonces, cómo podemos crear un tipo de riqueza que no deje atrás a nadie?
La agricultura ocupa una tercera parte de la superficie terrenal del planeta, y se encuentra en el centro del cambio climático, la seguridad alimentaria y energética, los medios de vida sostenibles, el desarrollo económico y los derechos humanos. Las empresas jugarán un papel importante en la creación de soluciones prácticas, efectivas y expandibles para que se pueda afrontar los retos globales de la agricultura sostenible, algo que ha sido reconocido por el Pacto Mundial de las Naciones Unidas.
Hay muchos problemas, pero se pueden resolver si trabajamos juntos. Los negocios pueden ser el vehículo que nos asegure la integración en la cadena de valor, desde los agricultores hasta los consumidores, tomando al mismo tiempo las medidas necesarias para proteger el medioambiente.
Sin embargo, los negocios no pueden llevar a cabo esto por sí solos. Se pueden alcanzar logros sustanciales en la productividad agrícola a través de inversiones, la innovación, el establecimiento de normas y las mejoras a la infraestructura.
Conseguir estos logros requerirá un nivel excepcional de colaboración entre los depositarios, incluyendo a gobiernos, compañías, organizaciones multilaterales y de sociedad civil, agricultores, consumidores y empresarios sociales.
Dado el estado actual de la colaboración y la coordinación, es importante que a los productores se les otorgue acceso a información sobre el mercado y la capacidad de traducir ésta a un mejor conocimiento sobre el propio mercado.
Si quieres contribuir al éxito de la agroindustria, lucha por un resultado neto de manera que ayudes a los agricultores. Llevar a cabo negocios de la manera correcta también es buen negocio.
Autor: Cherrie Atilano es co-fundadora y presidente de Agricool y una World Economic Forum Global Shaper, con sede en Manila.
Imagen: REUTERS/Cheryl Ravelo
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