¿Por qué es tan importante la salud para África?

Cuando la gente piensa en mercados emergentes, los países BRIC vienen a la mente. Pero creo que muchos países africanos están preparados para ser parte del próximo grupo de grandes mercados emergentes. África es actualmente la segunda región de más rápido crecimiento del mundo. Una tercera parte de las 54 naciones del continente están experimentando un crecimiento anual del PIB de más del 6%. Y este crecimiento está ocurriendo más allá de las zonas urbanas del continente. Los pronósticos demuestran que el África subsahariana experimentará un crecimiento de más del 5% en 2013.
Además, la tasa de rendimiento de la inversión extranjera es mayor en África que cualquier otra región en desarrollo. Y para el 2040, la población en edad de trabajar del continente superará la de China e India, con más de 1,1 mil millones de personas, facilitando una fuerza laboral fuerte y en crecimiento. Estos cambios impulsarán una expansión económica dinámica.
Sin embargo, no hay duda de que las desventajas continuarán por todo el continente. Uno de los problemas más grandes de África es la insuficiente atención sanitaria. Hoy en día, la esperanza de vida en África es de 15 años menos que el promedio mundial. Las enfermedades prevenibles y tratables plagan las poblaciones africanas. Uno de cada 20 adultos en el África subsahariana vive con VIH –nueve veces más que el promedio mundial– y cada 60 segundos, un niño en África muere de malaria.
El rápido progreso y urbanización de África están creando también nuevos problemas de salud. Se pronostica que las enfermedades no contagiosas se convertirán en las causas más comunes de muertes en África para el 2030. Por ejemplo, se espera que la diabetes casi se duplique durante las dos próximas décadas.
Si se deja sin tratar, esta carga de enfermedad doble (enfermedades contagiosas y no contagiosas) podría poner en peligro las grandes oportunidades económicas que África tiene por delante. La atención sanitaria será crítica para ayudar al continente realizar su potencial como el nuevo grupo de mercados emergentes, y enfocar las necesidades en tres áreas.
En la década pasada, África ha pasado virtualmente de no tener una infraestructura de telecomunicaciones de línea fija a un continente donde una de cada seis personas tiene ahora un teléfono móvil. Además recientemente, hemos encontrado que la aplicación de tecnologías de uso cotidiano como los teléfonos móviles puede mejorar la calidad de vida de los africanos – más allá de ofrecer un medio de comunicación. Por ejemplo, Citi está trabajando con ONGs para utilizar esta omnipresencia de los teléfonos móviles para proporcionar servicios bancarios y de pago a los africanos que no tengan acceso a servicios financieros formales. El dinero móvil y las carteras digitales a través de teléfonos móviles eliminan la necesidad de tener dinero en efectivo en áreas rurales donde la infraestructura bancaria es limitada, aparte de que llevar encima grandes cantidades de dinero en efectivo es peligroso. Y a la hora de abordar las necesidades de atención sanitaria, Novartis está trabajando con gobiernos en cinco países distintos de África así como con socios del sector privado para entregar SMS for Life. Este es un proyecto donde se utilizan mensajes de texto y mapas electrónicos para mejorar a distribución de medicinas y supervisar el suministro de medicinas esenciales para la malaria en zonas rurales. En el pasado, los pacientes africanos tenían que viajar muy lejos para llegar a clínicas de salud sólo para encontrar que las medicinas que necesitaban se habían terminado, pero este sistema permite una rápida redistribución de productos para que las farmacias no se queden sin medicinas cruciales.
La infraestructura ha tenido un papel importante en la reciente mejora de África y continuará contribuyendo a un mayor crecimiento económico. Muchas empresas están contribuyendo para hacer disponibles las necesidades de salud a aquellos que viven tan lejos como el África subsahariana, donde los recursos son limitados y la infraestructura es mínima. Por ejemplo, Coca-Cola está aportando su experiencia como experta en gestión de la cadena de suministro para mejorar los sistemas de distribución, identificando las instalaciones de saludo e implementando un software de gestión de acciones para llevar mosquiteros, anticonceptivos, medicamentos contra el SIDA y vacunas a los africanos rurales más rápidamente. Además en Novartis, estamos poniendo a prueba nuevos modelos comerciales, llamados emprendimientos sociales, para resolver problemas de infraestructura en el África subsahariana. Estos modelos facilitan el acceso a medicinas y el suministro en envases más pequeños a precios más asequibles para el creciente número de africanos que compran atención sanitaria de su bolsillo.
La educación es una de las herramientas más poderosas para ayudar a reducir la pobreza y la desigualdad, y también para crear un crecimiento económico sostenible en los países en desarrollo. Pero con los limitados recursos tras la educación y la escasez de profesores, muchos en el África rural se quedan atrás. Algunas organizaciones internacionales están trabajando en varios sectores para cambiar esto. Por ejemplo, Cisco trabaja con ONGs y otras organizaciones sin ánimo de lucro, para promover comunidades más conectadas y el crecimiento económico, ayudando a estudiantes de África y otras economías emergentes a desarrollar habilidades en tecnología de información y comunicación para así mejorar su futuro profesional.
El déficit de la educación en África afecta también a la salud de la población. El continente es hogar para una séptima parte de la población mundial, con una cuarta parte de la carga de enfermedades global, pero solamente tiene un 2% de lo médicos del mundo. Esto es preocupante, ya que muchos problemas de salud se deben a la falta de conocimiento de enfermedades o higiene básica. Novartis se ha asociado con Earth Institute, las Naciones Unidas y varios actores del sector privado para ayudar en entrenar y desplegar 1 millón de trabajadores comunitarios de la salud en el África subsahariana para el 2015 y poder administrar tratamiento básico y cuidado preventivo, así como monitorizar los brotes de enfermedades. Esta iniciativa consiste de gente local ayudándose unos a otros y fortaleciendo a las comunidades para que salgan de a pobreza por sí mismas de una manera sostenible.
África está mostrando señales de promesa, pero las soluciones innovadoras para mejorar la salud de su gente son cruciales para el éxito. Esto requiere algo más que la filantropía: necesitará nuevos modelos comerciales que resuelvan los problemas de atención sanitaria y beneficien tanto a las empresas inversoras como a la población de África.
Autor: Joseph Jimenez es director ejecutivo de Novartis
Imagen: REUTERS/Jo Yong-Hak
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