La importancia de la salud de los océanos va mucho más allá del color azul característico de nuestro planeta. Un océano próspero puede ayudar a cubrir las demandas nutricionales de las comunidades locales; conlleva puestos de trabajo y medios de vida más numerosos, seguros y de calidad para comunidades y trabajadores costeros en otros sectores marítimos. También conlleva mejoras para la salud y el bienestar. El océano desempeña además un papel esencial en la lucha contra el cambio climático, ya que funciona como un sumidero de carbono, regula la temperatura y ofrece resiliencia costera crítica. La mejora de la salud oceánica y la consecución de las metas establecidas en los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para el océano (ODS 14), contribuirán también de manera significativa a otros objetivos de desarrollo sostenible. ¿Cómo es posible garantizar que la salud del océano se reconozca y se priorice en el programa completo de objetivos de desarrollo sostenible globales?
En este contexto, es crucial que las empresas, los gobiernos y la sociedad civil trabajen juntos para encontrar soluciones comunes y tomar medidas decisivas. A través de sus Centros, el Foro Económico Mundial integra esfuerzos público-privados para lograr un mayor impacto.