El oscuro panorama de Opportunity en Marte: riesgo de apagón definitivo

No hace mucho sabíamos que la misión Opportunity rompía récords y su duración se prolongaba mucho más allá de lo previsto, pero ahora el rover marciano más longevo ve su futuro algo más negro, literalmente. Lo que está ocurriendo es que la supervivencia de Opportunity se ve amenazada por una fuerte tormenta en el Planeta Rojo.

La atmósfera de Marte es bastante distinta a la de la Tierra y las tormentas no son algo extraño, de hecho pueden ser bastante duraderas y permanecer activas incluso meses. Pese a que Opportunity ya ha sobrevivido a alguna bastante intensa, el fatídico "apagón" cierne sobre el futuro del rover, aunque no están todas las esperanzas perdidas ni mucho menos.

La NASA comunicaba que se suspendían las operaciones con el rover de manera temporal debido a una tormenta de polvo cuya intensidad se incrementaba. El ojo que tienen para detectar esto lo antes posible no es el del Opportunity, sino el del Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), que desde su ubicación a vista de satélite permitió detectar la tormenta el día 1 de junio, de modo que ya se iniciaron los planes de contingencia con respecto al rover.

Pese a la antelación no es fácil escapar a estos fenómenos, y menos cuando se trata de una tormenta cuya envergadura alcanza al menos los 18 millones de kilómetros cuadrados (un área mayor que Norteamérica, según la agencia). Y el principal problema no es la intensidad de los vientos en sí, sino que es tan densa que no deja pasar la luz solar, y de eso es de lo que se nutre el rover.

Para medir la opacidad se usa el índice tau, y la gigantesca tormenta alcanzaba el grado de opacidad atmosférica (algo que puede traducirse como cuando las nubes, la niebla o el smog bloquean la luz solar). Según añadía la Agencia, el índice tau era de 10,8 el día 10 de junio por la mañana, cuando la tormenta a la que Oppotunity logró sobrevivir en 2007 ya casi de milagro alcanzó un máximo aproximado de 5,5. Se ve en este gráfico incluido en la web que muestra la evolución a tiempo real del índice tau en el cráter Endeavor de Marte.

Explicaba la NASA que los niveles energéticos de Opportunity habían descendido de manera marcada desde el día 6 de junio, por lo que se había reducido el nivel de operaciones del rover al mínimo. Aunque eso sólo remedia parte del problema, dado que si las baterías no logran cargarse al final no funcionarán los calentadores, de modo que los componentes no lo resistan y pueda pasar lo mismo que a Spirit, que no aguantó el frío marciano (la temperatura máxima media anual en Marte es de -5,7 grados centígrados).

Pese a lo turbio del asunto (nunca mejor dicho) no está aún todo perdido. Además de que la nube de polvo actúa como colchón ante la bajada de temperaturas (absorbiendo calor y preservando el ambiente de dicho descenso), lo último que la NASA ha dicho sobre el asunto es que recibieron una nueva transmisión de datos de Opportunity por la que vieron que el rover aún tenía suficiente batería para comunicarse con el Jet Propulsion Laboratory.

Un dato positivo, si bien habrá que ver hasta cuándo se prolonga esta gran tormenta. Pese a ello, además, el equipo de la misión ha pedido cobertura a la Deep Space Network de la NASA, un sistema global de grandes antenas usado para las comunicaciones con las sondas repartidas por el espacio entre otros cometidos.

El rover se encontraba a una temperatura de -29 grados centígrados y sus operaciones siguen en pausa. En las próximas semanas se intentará que permanezca en marcha en este estado de reposo en un equilibrio entre el funcionamiento básico de los calentadores y el consumo energético de los mismos.

Veremos cómo evoluciona todo y si al final hay suerte y la estoica Opportunity, que lleva 15 años de misión (superando con creces los 90 días planteados en un inicio). Casualidades de la vida, la ubicación actual de Opportunity es el valle de la Perseverancia.