"Siete consejos para alcanzar el nirvana profesional"
Con los tiempos que corren, muchos pensarán que conseguir un buen trabajo sería más que suficiente para alcanzar la sensación del “nirvana profesional”, un estado supremo de máxima felicidad que libera de cargas y llena de satisfacción, movilizándonos emocionalmente a dar nuestro 100%, a darlo absolutamente todo.
Sin embargo, la humanidad es muy compleja y, como decía el famoso psicólogo Abraham Maslow, “el ser humano es un animal perpetuamente deseante”. Por eso, cuando ese trabajo llega, por lo general, pronto queremos más: más equipo, más responsabilidades y, por supuesto, más sueldo. En ese momento se empiezan a complicar las cosas. La sensación soñada de felicidad poco a poco se va viniendo abajo y llegan el estrés, la frustración y el desengaño, ¿te suena?
Es lógico querer más cuando pasas cierto tiempo en una empresa, y es humano aspirar a más cuando estás en pleno proceso de desarrollo de una carrera profesional. Lo que estoy juzgando es algo muy distinto: es la falta de compromiso con la empresa (que da de comer) cuando alguna de esas cosas no llega.
Y que conste que no lo hago pensando en el empresario, ni en los jefes de todas esas empresas (se merezcan o no el puesto). Lo hago pensando en los “aspirantes” al nirvana, en todas esas personas que llevan su cuerpo a trabajar, pero que dejan su alma en casa. Están poniendo en juego una buena oportunidad de que les vaya bien en la vida.
En España solo el 7% de las personas van a trabajar en cuerpo y en alma (frente al 13% de la media global), según el estudio Engagement and the Global Workplace elaborado por la consultora Ipsos para Steelcase en 2014. Eso repercute directamente sobre su trayectoria profesional. Expertos como el doctor Gary Hamel (profesor de Harvard y de la Universidad de Michigan entre otras) destacan que la pasión explica el 35% del éxito de cualquier cosa que hagamos, también nuestro destino personal y profesional.
Por todo ello, ahí van algunos consejos para todos aquellos que apuesten por subirse al carro del nirvana:
Haz las cosas impecablemente
Esfuérzate por conseguir un trabajo bien hecho, el que te toque ese día. ¿Recuerdas el barrendero de Momo, el libro de Michael Ende? Según el mismo decía: “Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Hay que pensar en el paso siguiente... Y de repente, se da uno cuenta de que, paso a paso, se ha barrido toda la calle”. En la vida es igual, si quieres una vida profesional plena debes pasar de los sueños a la acción y trabajar siempre con impecabilidad porque lo contrario no le hace ningún bien a tu carrera.
Vivimos la llegada de una ola digital que va a cambiarlo todo y, si queremos salir reforzados, debemos esforzarnos por mantenernos al día en lo que al mundo digital se refiere. ¿Qué tecnologías impactan sobre mi trabajo, y lo cambiarán? ¿En qué consisten? ¿Para qué valen? ¿Qué más se podría hacer con ellas? Hazte las preguntas y busca respuestas, hará que te sientas bien y además innoves.
Puesto que todos vivimos acontecimientos positivos y negativos, lo que diferencia a los optimistas es la explicación de sus experiencias vitales. Los optimistas escogen ver el lado positivo de las cosas, incluso de los eventos negativos. En otras palabras, parece que la vida les sonríe, cosa que suele ser cierta porque entienden cada fracaso como fuente de aprendizaje, una actitud mental que acompaña a las personas de éxito. ¿Necesitas más razones para aplicarlo en tu puesto de trabajo?
No dejes de hacerlo nunca. La vida es un gran maestro, pero me temo que casi nunca es suficiente si quieres desarrollar una trayectoria profesional sostenible y de éxito. Vivimos tiempos de aceleración histórica donde todo cambia a una velocidad de vértigo, por lo que lo que aprendiste ayer habrá cambiado mañana y todos nos tenemos que reciclar si queremos un empleo que nos dure toda la vida y que nos proporcione tranquilidad.
Ojo, que con las líneas anteriores no quiero decir que las enseñanzas de la vida ya no valen, que no son aplicables en la nueva era. Mi mensaje es muy distinto: son complementarias. Hace falta una base de conocimiento que se debe actualizar, pero también debemos tener los ojos muy abiertos, y aprender de los compañeros de viaje, de la familia, los jefes y hasta de los enemigos porque como decía Borges, con el tiempo acabarás pareciéndote a ellos y así es difícil alcanzar ese nirvana.
Se habla mucho de networking, y de la necesidad de mantener redes de contacto amplias pero, ¿de qué nos sirven si a la hora de la verdad no valen para nada? ¿Si no dejan de ser largas listas de nombres de personas que afirman que algún día te conocieron? Eso no es networking. Te lo debes ganar y para ello hace falta generosidad. ¿Por qué habría de hacer alguien algo por ti si tú no lo haces por los demás? Cambia el chip y empieza a ser generoso con los que tengas más cerca (redes incluidas). Te lo devolverán.
Que no te engañen. Nadie debería renunciar a una vida personal (y familiar) plena para triunfar en el puesto de trabajo. Lo personal y lo profesional están intrínsecamente unidos y cuando una de las dos cosas no funciona la otra acaba viéndose siempre afectada. Haz deporte, ten amigos, tomate tus tiempos y, por supuesto, si quieres tener familia, apuesta por ella. Si no lo haces, antes o después lo lamentarás y, desde luego, de nirvana, nada de nada.
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