Estos son los retos de la educación en la época millennial
Los tiempos han cambiado, y eso no lo podemos negar. Nuestra sociedad evoluciona a pasos agigantados, dando brincos enormes en muchas de las variables sociales como la educación, la tecnología, la innovación en todas sus formas, la comunicación, el urbanismo e infraestructura, e incluso en los modelos familiares.
Y es que a pesar de que no todos los países van a la par, al mismo ritmo, debemos estar conscientes que lo único que es constante en el mundo es el cambio, y por mínimo que haya sido la transformación en estos rubros, si las comparamos con lo de hace 50, 40 o 30 años, cada vez son más exponenciales, los cambios ya no suceden en esos grandes intervalos de tiempo como antes, ocurren a la voz de ya, cada año, cada mes, en un abrir y cerrar de ojos, hay nuevas necesidades, se crean nuevos hábitos, nuevas costumbres y nuevas empresas, bajo la premisa de que cada vez somos más.
Tengo la fortuna (otros dirían que mala suerte) de pertenecer a la generación millennial, de haber presenciado paso por paso estos cambios cuando fui estudiante y ahora vivirlo al ser profesor. Soy de esa generación que empezó consultando bibliotecas, para pasar a utilizar la enciclopedia en CD Encarta y para al final utilizar los inicios de Wikipedia; hemos visto evolucionar la forma de comunicarnos: pasamos de las cartas, a las llamadas por celular, los mensajes de texto hasta llegar al WhatsApp (es más nos volvemos locos cuando se cae su sistema).
Nos informamos diferente manera: pasamos de leer periódicos a consultar la información en las redes sociales, pasamos de tener álbumes fotográficos a tener redes sociales como Facebook o Instagram. Y todo esto en cuestión de no más de 10 años. Por eso mismo, no podemos parpadear y quedarnos estáticos, porque en un abrir y cerrar de ojos, el mundo ha dado miles de vueltas.
Entonces bajo todos estos cambios, ¿la forma de educar debería ser la misma?, ¿el modelo de aprendizaje debería seguir igual? Y es que ahora más que nunca, ante todos estos cambios, planeamos la siguiente pregunta ¿realmente el modelo de educativo actual nos servirá para preparar el futuro? Creo en México nos estábamos tardando, pero llegó, no a tiempo, pero llegó el nuevo modelo educativo con todo lo que esto conlleva.
En promedio, 4 de cada 100 hombres y 6 de cada 100 mujeres mexicanas, no saben leer ni escribir, según datos del Inegi.
La OCDE menciona que hasta 2012, la población de 25 a 34 años en México había alcanzado la educación media superior era 46% (mucho menor que el promedio de la OCDE que es de 83%), definitivamente, no estamos haciendo bien las cosas.
Sabemos que son diversos factores los que hacen que lo anterior pase, desde cuestiones socioeconómicas, sociales y vocacionales. En 2015, la Encuesta Nacional de Deserción de la Educación Media Superior reveló que, si bien 47% abandona la escuela por falta de dinero, hay otros motivos que desaniman la permanencia de los alumnos a terminar la preparatoria, dentro de ellos sobresalen las razones escolares.
De estos jóvenes desertores, 1 de cada 4 deja de estudiar porque no le gustó ni encontró motivación por estudiar, el 23% fue por no entender a los maestros, y el 22% lo dejó porque consideró que es más importante trabajar.
El tema de la motivación es realmente preocupante debido a las características actuales de las generaciones, y si se sigue con la tendencia, ¿qué podemos esperar de las generaciones venideras?, exigirán mucho más, y si no estamos entendiendo a la generación Y, esta educación millennial que nos tomó por sorpresa y ya va de salida, ¿qué pasara con sus generaciones descendientes?, ¿realmente estamos entendiendo lo que sucede?
En esta reflexión que estamos realizando, pensamos que a las nuevas generaciones ya no las hacen como antes, basta con ver los resultados de la Prueba PISA 2015. El estudio mostró que los estudiantes en México expresaron niveles de ansiedad relacionados con el trabajo escolar por encima de la media de la OCDE.
En promedio, 50 por ciento se pone muy tenso cuando estudian (media OCDE: 37%), y el 79 por ciento está preocupado por sacar malas notas en clase (media OCDE: 66 por ciento). ¿Qué estará pasando?, ¿son las instalaciones o los profesores?
Este análisis nos dice también que la ansiedad relacionada con el trabajo escolar es uno de los principales indicadores de baja satisfacción con la vida entre los estudiantes y, en México la ansiedad es más frecuente en las escuelas donde los estudiantes estudian menos de 50 horas semanales (dentro y fuera de la escuela). ¿será un tema de la estructura del tiempo en la escuela?, ¿sobre los motivadores sobre el resultado final?, ¿el tipo de evaluación?
Ken Robinson es considerado el educador más innovador del mundo. Robinson menciona de manera general en su libro Escuelas Creativas que los sistemas de enseñanza, los modelos y planes educativos fueron diseñados para satisfacer las necesidades creadas por la Revolución Industrial.
Imagínense, lo que seguimos usando respecto a los métodos de educación, es gracias a cosas que eran necesarias en la segunda mitad del siglo XVIII, específicamente entre 1820 y 1840, ¡más de 170 años!, ¿creen ustedes que entonces estos modelos son compatibles con las necesidades actuales? Chumel Torres, quien ya es abanderado de estas nuevas generaciones, retomó este punto en su programa por HBO del viernes pasado, mencionando que “cuando lo importante es memorizar muchas cosas y vomitarlas en el examen, creas alumnos bulímicos”.
Nos ha tocado un mundo análogo, pasamos al mundo digital y estamos entrando a un mundo virtual. Entre nuevas metodologías como la Gamificación, el flipped classroom, metodología de casos, aprendizaje basado en problemas, y entre otras tantas cosas (sonará a comercial pero en mi universidad tenemos algo denominado Semana i y Semestre i, enfocado totalmente a salir del aula de clases para plantearnos retos de innovación) que han surgido en los últimos años, Karl Fisch, profesor de preparatoria quien ha revolucionado la forma de enseñar en este grado escolar, nos dice que los nuevos modelos educativos deben de ser capaces preparar alumnos para trabajar en empresas que aún no existen, con tecnología que aún no se ha creado, resolviendo problemas que aún no hemos identificado como tales o que definitivamente no existen.
La educación debe ser diferente, un cambio de raíz, desde los primeros años, y no con el objetivo de alcanzar una nota alta, una calificación sobresaliente (ojo, claro que sí es necesario una rúbrica que motive y aliente al esfuerzo y recompensarlo), sino de realmente tener una experiencia de aprendizaje que ayude a desarrollar el pensamiento crítico, la ética y la solución de problemas.
Ya lo comentaron hace unos meses aquí mismo en Alto Nivel y me regreso un poco a lo que inicié, nos tardamos mucho en cambiar el modelo educativo, pero lo importante es que esta vez sí tuvimos la determinación de cambiarlo, pero de nada servirá generar las nuevas mentes creativas, los nuevos emprendedores, profesionistas y empresarios sino tenemos verdaderos mentores (no maestros) y estos mismos no quieran el cambio.
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