10 elecciones profesionales de las que se arrepentirá en 20 años

Todos los días nos enfrentamos a elecciones profesionales que nos afectarán a largo plazo. ¿Debería formar parte de ese nuevo proyecto como voluntario? ¿Debería solicitar un aumento? ¿Debería tomarme un año sabático? ¿Debería aceptar trabajar horas extra?

Sin embargo, a veces nos perdemos las mejores elecciones que nos harán recordar nuestras carreras dentro de 20 años con orgullo y alegría, o arrepentimiento.

A continuación encontrará algunas de las elecciones profesionales que hacemos, pero de las que nos arrepentiremos mucho en los próximos 20 años:

Pretender ser algo que no es.

Quizás usted pretende ser un fanático de los deportes para impresionar a su jefe, o se mantiene callado para mantener la paz. Tal vez pretende ser un experto en algo que en realidad no tiene nada que ver con usted. Sin embargo, pretender ser algo que en verdad no es significa no ser fiel a usted mismo y se sentirá vacío constantemente.

Tomar decisiones pensando solo en el dinero.

Ya sea que se trate de su salario personal o del presupuesto de su proyecto, tomar decisiones pensando únicamente en el dinero nunca es una buena idea. Por supuesto que es importante revisar los números, pero hay docenas de otros factores, incluso su intuición, que querrá considerar.

Pensar que puede cambiar algo de su trabajo.

Al igual que en una relación, si describe un trabajo pensando “Este sería el trabajo perfecto, si…”, estamos frente a una señal de alarma. Lo más probable es, a menos que tome un liderazgo, un puesto de alto nivel, no podrá cambiar cosas que son básicamente incorrectas.

Conformarse.

Tiene un buen trabajo con un buen salario y buenos beneficios, pero lo que realmente quiere es… No se está haciendo un favor si se conforma con algo que es tan solo bueno. Confíe lo suficientemente en usted para buscar lo que merece, ya sea un nuevo puesto, un aumento de pago o una oportunidad.

Trabajar 50, 60 u 80 horas por semana.

Es posible que piense que debe trabajar todas esas horas, porque está previsto, porque necesita el dinero, porque quiere causarle una buena impresión a su jefe; pero nadie que está por morir dice “¡Caramba! Me habría gustado trabajar más tiempo”.

Dejar a los amigos y familiares para lo último.

Tener éxito en su profesión implica rodearse de personas comprensivas y, a menudo, esas personas no son sus compañeros de trabajo o empleados sino sus amigos y familiares. Si echa a perder esas relaciones, es posible que su éxito profesional ya no le importe tanto.

Gestionar minuciosamente todo.

Esto corresponde a su equipo y empleados, pero también a la vida en general. Si gestiona minuciosamente todo en lugar de dejar que la vida suceda, se encontrará ante una lucha constante contra la ansiedad y el agobio.

Evitar cometer errores.

Si está continuamente tratando de evitar cometer errores en su profesión, entonces no asumirá riesgos. Además, es posible que si mantiene el status quo, tampoco recibirá recompensas. Asuma el riesgo. Cometa el error. Hágase cargo del error y aprenda de él.

Pensar solo en usted.

La mejor estrategia de establecimiento de contactos que posiblemente puede tener es la búsqueda activa de oportunidades para ayudar a otras personas. Si siempre piensa primero en usted y en sus necesidades, verá que no llegará muy lejos.

No valorar su propia felicidad.

Es una triste realidad que las personas a menudo crean que pueden postergar la felicidad, pero a veces más tarde nunca llega. Priorice su felicidad hoy. Eso podría significar cambiar de trabajo o bien podría significar elegir ser más feliz con el trabajo que tiene.

Este artículo se publica en colaboración con LinkedIn. La publicación no implica el respaldo de puntos de vista por parte de World Economic Forum.

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Autor: Bernard Marr es un experto, reconocido mundialmente, en estrategia, gestión de desempeño, análisis, indicadores clave de desempeño y datos masivos.

Imagen: Un corredor de bolsa mira los índices bursátiles en la pantalla de su computadora en una agencia de corretaje en Mumbai, 6 de agosto de 2007. REUTERS/Punit Paranjpe.