¿Cómo se recicla un panel solar?

Existe una paradoja en el creciente apetito mundial por conseguir energía más renovable.  Mientras las ventas de paneles solares y turbinas de viento aumentan, también crece la magnitud de un problema normalmente ignorado y ahora reservado para futuras generaciones.  ¿Qué ocurre con todas las infraestructuras “renovables” cuando llegan al final de sus vidas?

Cuando se reemplaza la tecnología renovable de primera generación, la mayoría termina dentro de basureros e incineradores.  Esto no es sólo un golpe para los esfuerzos de reducción de residuos, añadiendo cientos de miles de toneladas de basura a la cuenta global cada año, sino también es una oportunidad enorme perdida.  Los paneles solares constan de metales y vidrio, que si fueran a ser separados y recopilados, podrían ser reutilizados en la fabricación de otros productos.

Se necesitan sistemas de reciclaje efectivos y eficientes para que las tecnologías alternativas sean verdaderamente renovables, y tienes que establecerse rápidamente.  Greenpeace y European Photovoltaic Industry Association esperan que la generación de energía solar salte por un factor de 10 en la próxima década. De echo, solamente en Francia, mi país natal, se instalan 500 megahercios de paneles solares cada año, lo que representa 50.000 toneladas de residuos potenciales futuros.  En Europa en conjunto, se instalan 4 millones de toneladas de paneles.

Es posible, a través de tecnologías innovadoras todavía en desarrollo, reciclar más del 90% de un panel solar. Pero dada la inestabilidad en el valor de los materiales brutos resultantes, es un sector de alto riesgo a desarrollar, y la investigación y desarrollo es insuficiente.  Existen planes básicos de reciclaje pero se enfocan normalmente en dos componentes valiosos  -el marco del vidrio y el aluminio, por ejemplo– y desechar el resto, incluyendo la plata, silicona y hojalata, porque todavía no es rentable reciclarlos.

Me apasiona la necesidad de conseguir hacer realidad el reciclaje total de la tecnología renovable.  Mi empresa, con el apoyo del gobierno francés, has estado llevando a cabo una investigación y desarrollo para diseñar un proceso que permitirá que esto ocurra, y estoy seguro que el reciclaje de la tecnología renovable se hará algún día una industria rentable de por sí.  Llegará un momento en el que el reciclaje será tan extendido y eficiente que las empresas de reciclaje tendrán que pagar a los consumidores u organizaciones por la mayoría de los materiales que lleven a reciclar, vender los materiales que se extraen, y ganar un beneficio.

Aunque lo que el sector necesita ahora es arrancar.

El crecimiento de la industria de energía renovable has estado altamente subvencionada, particularmente en China, la cual cuenta ahora con la gran mayoría de la producción de paneles solares.  Allí los fabricantes se benefician de terreno barato, financiación para la investigación y servicios de sobregiro envidiables.  En otros mercados, como el Reino Unido, las subvenciones para consumidores en forma de tarifas de entrada generosas ha estimulado la demanda.  Ahora se necesita un catalizador para el desarrollo del reciclaje de la tecnología de energía renovable, no sólo en forma de subvenciones del gobierno, sino a través de la regulación, creando las condiciones en las es posible la investigación, crear eficiencias y una industria rentable.

El sector emergente del reciclaje para herramientas renovables necesita ser protegido de fluctuaciones en el precio de los productos. Esta protección puede ser proporcionada por un fondo o impuesto, creado por fabricantes, minoristas, consumidores o una combinación de los tres.

Básicamente cuanto más eficiente y rentable se haga el reciclaje, menor tendrá que ser esta protección. Sin embargo, si se distribuyen por lo menos algunas de las responsabilidades del reciclaje a los fabricantes les ayudará a tener en cuenta el ciclo de vida de un producto durante la fase de diseño.  Actualmente, por ejemplo, el cobre y los componentes del motor de las turbinas de viento son fáciles de reciclar, pero la fibra de carbón que forma gran parte de las estructuras es virtualmente imposible de reciclar eficientemente.

En la Unión Europea, las regulaciones que gobiernan el tratamiento de residuos eléctricos y equipos electrónicos (WEEE) incluye los paneles solares e indica el camino a seguir para manejar las herramientas renovables. En la República Checa, por ejemplo, las empresas que venden paneles solares deben contribuir a un fondo que financia la recogida y reciclaje de partes viejas.  Francia introducirá este año una tasa evidente (conocida también como “eco-tasa”) y en Rumania se añade un cargo al precio de los productos en el momento de la venta para subvencionar el reciclaje – recaudando no sólo dinero para ayudar el reciclaje pero también sensibilizando a los consumidores sobre el ciclo de vida de los productos que compran.

Una economía saludable requiere una producción y consumición constante. Pero con una falta de recursos naturales y para conseguir un futuro sostenible, tenemos que luchar por una economía circular, en la que los productos que hayan llegado al final de sus vidas no se vean como residuos sino como un recurso valioso.

Autor: Hamza Tahiri es fundador de Ionia Consulting y co-fundador de Photocycle Industries. Tiene experiencia en ingeniería eléctrica y administración de empresas. 

REUTERS/Thomas Bohlen