La estrategia de inclusión digital de Colombia impulsa la inclusión financiera, especialmente de las mujeres

En la última década, y especialmente en respuesta a la pandemia de COVID-19, los gobiernos de todo el mundo han aprovechado la tecnología para mejorar la prestación de servicios públicos, fomentar la inclusión financiera e impulsar el crecimiento económico.

Los sistemas digitales que permiten a las instituciones prestar servicios públicos vitales a los ciudadanos -desde el pago digital de prestaciones sociales hasta la reserva de turnos en la clínica más cercana- se conocen como Infraestructura Pública Digital (IPD).

En el Índice de Gobierno Digital más reciente de la OCDE, Colombia ocupa un lugar destacado junto a países como Corea, Dinamarca, Reino Unido y Noruega. Colombia ha emprendido recientemente un proyecto de colaboración de múltiples organismos gubernamentales para avanzar en el desarrollo de un ecosistema digital robusto que agilice las operaciones, genere confianza en los trámites y servicios de entidades públicas y privadas y que impulse la economía digital del país en los próximos años.

El Centro para la Infraestructura Digital Pública ha identificado los tres componentes clave de la IPD esenciales para construir economías digitales que apoyen los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas:

1) Pagos digitales interoperables.

2) Sistemas de identidad digital.

3) La capacidad de compartir datos entre instituciones.

Un caso concreto de los esfuerzos de Colombia en estas áreas proporciona un modelo posible de imitar por otros países de la región e incluso de más lejos.

Siguiendo las mejores prácticas de otros sistemas de pago instantáneo de éxito como Pix en Brasil o UPI (Interfaz Unificada de Pagos) en India, Colombia está desarrollando un nuevo sistema de pago rápido interoperable de bajo valor (FPS por sus siglas en inglés) que se lanzará en mayo de 2025. El Banco de la República, el banco central de Colombia, está liderando este esfuerzo en estrecha colaboración con el sector privado, haciendo hincapié en la co-creación, la interoperabilidad, la eficiencia, la inclusión y la innovación para alcanzar a todos. El FPS, que operará bajo el nombre de "Bre-B", permitirá realizar pagos digitales en tiempo real las 24 horas del día, los siete días de la semana, revolucionando las transacciones financieras e impulsando la inclusión financiera digital en todo el país. Beneficiará significativamente a las mujeres y a las comunidades más remotas, ya que las cuentas bancarias móviles ayudan a las mujeres a acumular ahorros y aumentan su capacidad para hacer frente a los imprevistos.

Para garantizar un enfoque global e inclusivo, el Banco de la República estableció un Foro de Sistemas de Pago, invitando a una amplia gama de partes interesadas, incluidos reguladores financieros, bancos, empresas de tecnología financiera y emisores de dinero electrónico. Esta plataforma facilitó valiosos debates e intercambios de conocimientos, fomentando un entorno de colaboración en el que los grupos de interés pudieron aportar sus conocimientos y experiencia. Diseñaron conjuntamente las normas de funcionamiento y el modelo, acordaron los requisitos técnicos y alcanzaron un consenso sobre la compensación y la liquidación. Además, la Alianza Better Than Cash, con sede en la ONU, proporcionó asistencia técnica y facilitó el intercambio de conocimientos con operadores de pagos instantáneos de otros países para garantizar que la estrategia de DPI de Colombia incorporara las mejores prácticas y las lecciones aprendidas de otros sistemas.

Cuando el sistema de pago interoperable esté plenamente implementado, se prevé un avance significativo hacia los pagos digitales en los próximos 15 años, el período típico para que estos sistemas alcancen la madurez. La ampliación de la oferta de pagos transfronterizos se analizará como el siguiente paso, integrando aún más a Colombia en la economía digital global y facilitando las transacciones internacionales.

En 2020, Colombia lanzó el DNI Digital, una innovadora versión digital del documento nacional de identidad. Los ciudadanos pueden obtener su identificación digital descargando una aplicación, escaneando un código QR y verificando su identidad mediante tecnología de reconocimiento facial. A 31 de julio de 2024, ya se habían tramitado más de cinco millones de identificaciones digitales, lo que permite a los ciudadanos utilizar el documento como un pasaporte digital seguro para viajar dentro de la región andina, identificarse en entornos físicos y digitales y realizar transacciones virtuales. La identificación digital sienta las bases para un acceso seguro y eficiente a diversos servicios y transacciones digitales, agilizando los procesos y mejorando la experiencia general del usuario.

La Estrategia de Gobierno Digital de Colombia introdujo la iniciativa Servicios Digitales al Ciudadano, que simplifica el proceso de presentación y acceso a documentos clave como certificados de nacimiento e historiales médicos. Esta iniciativa facilita el intercambio ágil, seguro y fluido de datos entre entidades públicas a través de un sistema de acreditación electrónica y el mecanismo de intercambio de datos. Este componente de la DPI mejora la eficiencia de los servicios públicos y reduce significativamente las cargas administrativas para los ciudadanos, ahorrándoles tiempo y recursos valiosos.

Los componentes DPI de la estrategia colombiana, en particular el DNI digital y el sistema de pagos rápidos, mejorarán la inclusión financiera proporcionando servicios financieros digitales seguros, eficientes y accesibles a las poblaciones marginadas, proporcionando herramientas digitales para que las personas puedan empoderarse y fomentando el crecimiento económico.

Durante la pandemia de COVID-19, Colombia mostró el potencial de su estrategia de DPI acelerando su camino de pagos digitales de Estado a persona a través del innovador programa "Ingreso Solidario". Este programa aprovechó la modernización normativa para realizar pagos directamente en cuentas bancarias y monederos móviles, facilitando la apertura de cuentas a beneficiarios no bancarizados.

El DIP desempeña un papel fundamental en el avance de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) interconectados mediante el empleo de tecnologías digitales para hacer frente a los desafíos globales a escala. Los estudios sugieren que los países de ingresos bajos y medios podrían incluso acelerar el crecimiento de su PBI en un 20-33% con la adopción de infraestructura pública digital en el sector financiero.

El trabajo de Colombia hacia la construcción e implementación de los bloques fundamentales de la DPI demuestra un compromiso y liderazgo para mejorar los servicios públicos y apoyar la economía digital y las prioridades de desarrollo del país en los próximos años. Además, la DPI ofrece una oportunidad crucial para cerrar la brecha digital de género, permitiendo a las mujeres una mayor flexibilidad para acceder a los servicios gubernamentales y alcanzar la igualdad financiera.