Cómo un par de lentes de lectura podría aumentar tus ingresos

Los lentes de lectura pueden cambiar la vida, y muchos de nosotros ya hemos experimentado su poder.

Ya sea para poder leer, ver la televisión o manejar, todos podemos pensar en personas que conocemos cuya calidad de vida ha mejorado tras la incorporación de unos lentes a sus vidas.

Pero, ¿y si también influyeran en sus ingresos?

El poder de los lentes para aumentar los ingresos ha quedado al descubierto en un estudio pionero realizado en Bangladesh y publicado en la revista científica PLOS ONE, en el que los investigadores observaron un aumento "significativo" de los ingresos.

Que un cambio tan pequeño y relativamente barato pueda tener un impacto tan tangible es un hecho que podría influir en la política sanitaria, pues ya se están estableciendo vínculos entre visión y desarrollo.

Reunir a los líderes para promover la igualdad de acceso a la asistencia sanitaria es uno de los principales objetivos de la Red Mundial de Equidad Sanitaria (Global Health Equity Network), del Foro Económico Mundial, que se centra en "las causas profundas de la disparidad y los factores no médicos que influyen en la salud". Por su parte, la iniciativa Healthy Workforces (Plantillas Sanas) del Foro Económico Mundial subraya el potencial de las empresas para ofrecer una visión que ayude a mejorar la atención sanitaria de sus empleados.

La necesidad de reducir la pérdida de visión es cada vez más importante, ya que los cambios en el estilo de vida y el envejecimiento de la población hacen que aumente el número de personas que la padecen. Según la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB), la necesidad de atención oftalmológica aumentará en los próximos años.

La buena noticia es que el 90% de la pérdida de visión puede prevenirse o tratarse, según la IAPB. Alrededor de 161 millones de personas tienen errores de refracción no corregidos y 510 millones tienen errores de refracción no corregidos que afectan la visión de cerca.

Al mismo tiempo, la IAPB destaca la relación entre desigualdad, desventaja socioeconómica y visión. Alrededor del 90% de las personas viviendo con problemas de visión en 2020 procedían de países de ingresos bajos y medios, afirma, citando los diferentes niveles de promoción de la salud y de acceso a la atención oftalmológica.

En el estudio de PLOS ONE, se corrigió la visión de cerca a trabajadores de Bangladesh y luego se estudió el efecto sobre su nivel de ingresos. Los adultos de entre 35 y 65 años que se identificaron como hipermétropes (visión clara a distancia, pero borrosa de cerca) se dividieron en dos grupos.

Un grupo recibió los lentes inmediatamente, mientras que el otro los recibió al cabo de ocho meses. Los resultados mostraron un aumento de los ingresos en el grupo que recibió primero los lentes.

En el primer grupo que recibió lentes, los ingresos mensuales medios aumentaron a 47,10 dólares en ocho meses, frente a 35,30 dólares del grupo de control, lo que supone una diferencia del 33%. Al principio, los ingresos medios mensuales declarados por ambos grupos eran de 35,30 dólares.

Además, personas que antes no formaban parte de la población activa pudieron empezar a trabajar después de recibir lentes para leer, lo que da una idea de los beneficios socioeconómicos más amplios.

"El suministro de lentes de lectura aumenta los ingresos en las profesiones que requieren visión de cerca y puede facilitar la reincorporación al trabajo de los desempleados", concluyen los investigadores.

El estudio da una idea de cómo mejoras relativamente básicas pueden conducir a mejoras más amplias y alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU sobre igualdad de género y reducción de la pobreza.

La investigación también sugiere que exámenes en el lugar de trabajo podría suponer un aumento de la productividad para las empresas y que los programas comunitarios podrían permitir un amplio acceso a la salud ocular.

"El uso de personal no especializado en lugar de profesionales médicos para adaptar y proveer lentes de lectura es coherente con las normativas que permiten la venta sin receta de este tipo de dispositivos en países como Estados Unidos", escribieron los investigadores en su artículo. "Irónicamente, parece más probable que se permita la venta sin receta de correcciones de la visión de cerca en los países ricos que en los de ingresos bajos y medios, donde la cobertura de lentes es más baja".

Los resultados coinciden con la visión de la IAPB de liberar más potencial humano. Según la IAPB, los problemas de visión suponen una pérdida de productividad de más de 410 000 millones de dólares al año. Invertir en salud ocular mejora el bienestar, los logros educativos y aumenta la participación laboral y comunitaria.

Y este nuevo estudio da mucho que pensar a los responsables políticos a la hora de promover iniciativas que mejoren el acceso a lentes asequibles.

"En comparación con otros ámbitos de inversión sanitaria, la salud ocular suele recibir menos atención", afirma la IAPB. "Sin embargo, el rendimiento de la inversión, tanto en términos de resultados sanitarios como de beneficios económicos, de la salud ocular suele superar a muchos otros sectores sanitarios".

"Invertir en visión no es sólo una prioridad sanitaria, sino una decisión económica estratégica".