El espacio está en auge. Cómo aprovechar esta oportunidad de 1,8 billones de dólares

El espacio se acerca a una nueva frontera. Según un nuevo informe, se espera que la economía espacial alcance un valor de 1,8 billones de dólares en 2035, a medida que las tecnologías basadas en satélites y cohetes se hagan cada vez más frecuentes.

Las tecnologías espaciales ya son la base de todo, desde las previsiones meteorológicas hasta los cada vez más omnipresentes dispositivos inteligentes, como los relojes inteligentes. Sin embargo, las tecnologías espaciales también están aportando beneficios a un abanico más amplio de partes interesadas, con sectores como el comercio minorista, los bienes de consumo y el estilo de vida; la alimentación y las bebidas; las cadenas de suministro y el transporte; y la mitigación de catástrofes, todos ellos listos para beneficiarse de las innovaciones espaciales.

"Las tecnologías espaciales están aportando más valor que nunca a un conjunto más diverso de partes interesadas", afirmó Sebastian Buckup, miembro del Comité Ejecutivo del Foro Económico Mundial. "A medida que se reducen los costos y aumenta la accesibilidad, estas tecnologías podrían remodelar industrias enteras, y tener tanto impacto en los negocios y la sociedad como los teléfonos inteligentes o la informática en la nube".

Un nuevo informe del Foro Económico Mundial, Space: The $1.8 Trillion Opportunity for Global Economic Growth, elaborado en colaboración con McKinsey & Company, expone los avances clave que darán forma al espacio y a las industrias adyacentes a lo largo de la próxima década.

El informe reúne a expertos del sector espacial y de otras industrias para ofrecer la imagen más detallada hasta la fecha de la trayectoria futura de la tecnología espacial y de cómo afectará a otros sectores, a menudo indirectamente, a través de la rápida mejora y expansión de las capacidades tecnológicas.

Esto es lo que hay que saber sobre el futuro del espacio hasta 2035.

En 2035, la economía espacial alcanzará los 1,8 billones de dólares, frente a los 630 000 millones de 2023, con una tasa media de crecimiento del 9% anual, cifra muy superior a la tasa de crecimiento del PBI mundial. Se espera que las tecnologías basadas en el espacio y/o habilitadas para él, como las comunicaciones; el posicionamiento, la navegación y la temporización; y los servicios de observación de la Tierra, sean los motores clave de este crecimiento.

La parte de la economía espacial total que corresponde a los proveedores tradicionales de hardware y servicios disminuirá lentamente en beneficio de otros servicios, como las aplicaciones de transporte público, cuyos productos se basan en tecnología espacial, como los satélites.

Se prevé que cinco sectores -cadena de suministro y transporte; alimentación y bebidas; defensa estatal; comercio minorista, consumo y estilo de vida; y comunicaciones digitales- generen el 60% de la economía espacial mundial en 2035, aunque también se verán beneficiados otros sectores.

El espacio desempeñará un papel cada vez más vital en la mitigación de los retos mundiales, desde la alerta de catástrofes y la vigilancia del clima hasta la mejora de la respuesta humanitaria y un aumento de la prosperidad.

La reducción de los costos de lanzamiento y la continua innovación comercial permiten hacer explorar más el espacio.

El número de satélites lanzados al año, por ejemplo, ha crecido a un ritmo del 50%, mientras que los costos de lanzamiento se han multiplicado por 10 en los últimos 20 años. El precio de los datos, clave para la conectividad, también ha bajado, una tendencia que se mantendrá en los distintos sectores. Además, a medida que la tecnología de megacohetes se haga omnipresente a principios o mediados de la década de los 30, se abrirán más oportunidades en cuanto a lo que puede ponerse en órbita y a qué precio.

Además, un conjunto más amplio de inversores -incluidos actores estatales y no estatales- están invirtiendo en el espacio, con inversiones que alcanzarán máximos históricos de más de 70 000 millones de dólares invertidos en 2021 y 2022.

Mientras tanto, aplicaciones como el turismo espacial han dejado de ser ciencia ficción. Se espera que el mercado alcance un máximo de entre 4000 y 6000 millones de dólares hasta 2035, y que la mayoría de los ingresos procedan de estadías en órbita a bordo de estaciones espaciales por parte de personas con patrimonios muy elevados.

"El factor clave para el avance de la civilización es la sinergia entre un marco de política espacial favorable, modelos empresariales pioneros y el desarrollo de una economía espacial dinámica", declaró Michael Suffredini, Consejero Delegado de Axiom Space. "El futuro del espacio no depende solo de los destinos que construyamos, sino de los ecosistemas económicos que creemos por el camino".

El informe también señala que el alcance de la tecnología espacial aumentará de aquí a 2035 y podría revolucionar la economía mundial. La cadena de suministro y el transporte se beneficiarán de una logística más eficiente y rentable, por ejemplo, mientras que la alimentación y las bebidas verán mejorada la eficiencia en la entrega de productos perecederos en la última milla.

Además, el informe prevé que sectores adyacentes como la agricultura, las tecnologías de la información, los seguros y la construcción se beneficien de los ingresos multimillonarios, la eficiencia de costes y las ventajas medioambientales que ofrecen las tecnologías espaciales.

"Durante décadas, los satélites de observación de la Tierra fueron una herramienta fundamental, pero de uso limitado", afirma Agnieszka Lukaszczyk, Vicepresidenta de Asuntos Gubernamentales para EMEA de Planet Labs. "Ahora, las revoluciones de la informática en la nube, los datos y la IA están permitiendo que los datos de observación de la Tierra se utilicen de forma rutinaria en innumerables decisiones cotidianas, en áreas que van desde la agricultura hasta la presentación de informes ESG."

El espacio tiene el potencial de ayudar al mundo a resolver algunos de sus mayores retos, desde los efectos de la crisis climática hasta la disparidad económica.

La tecnología espacial, por ejemplo, ya desempeña un papel vital en la alerta y gestión de catástrofes. Se espera que esta función se multiplique con la mejora de la vigilancia de las catástrofes climáticas, un mayor acceso a redes de comunicación resistentes y un seguimiento optimizado gracias a los datos de posicionamiento por satélite.

La tecnología espacial también puede contribuir a mitigar el cambio climático mediante innovaciones como el control de las fugas de metano de las infraestructuras industriales obsoletas, entre otros usos.

También habrá beneficios socioeconómicos. El espacio está llamado a desempeñar un papel fundamental en la lucha contra las desigualdades mejorando el acceso a la educación y la actividad económica, reduciendo las brechas digitales, ampliando el acceso a la educación y la salud pública y permitiendo un seguimiento preciso de la agricultura, los recursos naturales y los cambios medioambientales.

De cara al futuro, el informe señala que todos los sectores pueden ser impulsores de la economía espacial.

"Las empresas de una creciente variedad de sectores, como la agricultura, la construcción, los seguros o la mitigación del cambio climático, pueden ser y serán motores de la nueva y creciente economía espacial", afirma Ryan Brukardt, socio principal de McKinsey & Company. "Al comprender y aprovechar todo el potencial del espacio, los agentes de la industria pública y privada pueden posicionarse como líderes de la economía espacial, desbloqueando beneficios a largo plazo."

Aunque el informe prevé que la economía espacial mundial alcanzará los 1,8 billones de dólares en 2035, podría haber una estimación al alza de 2,3 billones basada en la mejora del acceso a los datos y la reducción de los costes de entrada en el espacio.

Por el contrario, si se paraliza el acceso al espacio y se producen avances tecnológicos significativos en la Tierra, en lugar de en el espacio, el informe prevé una estimación a la baja de 1,4 billones de dólares.

En cualquier caso, si comprenden y aprovechan el potencial del espacio, tanto los agentes públicos como los privados estarán bien situados para contribuir a desbloquear sus innumerables aplicaciones potenciales, en beneficio de todos.