3 maneras de aumentar la representación de las mujeres en la industria de la movilidad

Para ser un sector tan fundamental en la vida cotidiana, la movilidad cuenta con muy pocas mujeres en puestos directivos y, según algunos indicadores, su historial es peor que el de la mayoría de los demás sectores. En las 100 empresas de aviación más importantes del mundo, las mujeres ocupaban solo el 14% de los puestos directivos y representaban solo alrededor del 3% de los directores ejecutivos en 2020. Esto contrasta con el 6,4% de mujeres CEO en las empresas que componen el S&P 500.

Este déficit es malo para las mujeres y para el sector. En la actualidad se reconoce ampliamente que todas las formas de baja representación de determinados grupos de personas reducen la base de talento disponible y dificultan el rendimiento. El transporte y la movilidad no pueden permitirse tal descuido. La demanda de los servicios del sector está en auge, y tienen que adaptarse rápidamente para hacer frente a las presiones de la urbanización y reducir su huella medioambiental.

Muchos de los retos pueden encontrarse dentro de las empresas de movilidad. Una encuesta realizada por Oliver Wyman hace unos años reveló que, en comparación con los hombres en el sector de la aviación, las mujeres declaran tener más experiencias negativas, una promoción profesional más lenta y menos oportunidades de asumir puestos de responsabilidad o que supongan un reto. En consecuencia, es más probable que las mujeres abandonen el sector debido a experiencias negativas, mientras que los hombres se ven atraídos por mejores oportunidades.

He aquí algunos primeros pasos concretos que pueden dar las empresas para aumentar la representación de las mujeres.

Las iniciativas más frecuentes para ayudar a las mujeres en las empresas de transporte incluyen programas como licencias familiares pagas y procesos claros para denunciar el acoso. Los hombres suelen creer que así se resolverán los problemas, pero las mujeres los consideran requisitos mínimos, no verdaderos facilitadores del éxito.

Para ir más lejos, los sistemas deben rediseñarse para lograr el equilibrio, incluyendo las voces y experiencias vividas por las mujeres en el desarrollo de iniciativas específicas que aborden específicamente las necesidades de desarrollo profesional de las mujeres. En comparación con los hombres, las mujeres son más proclives a dar prioridad a la representación femenina en el liderazgo, por ejemplo. Las mujeres también deben ser más vistas, para que sus opiniones se escuchen con regularidad en los debates sobre liderazgo y en las presentaciones públicas. Deben figurar en los comités de entrevistas, presentarse al consejo de administración y aparecer en las comunicaciones de la empresa.

El patrocinio dentro de una organización se considera esencial para alcanzar un puesto de liderazgo de alto nivel: solo los patrocinadores pueden abogar ante personas influyentes clave y actuar como guía en funciones o proyectos desafiantes. Pero el patrocinio suele surgir de redes informales. Estas agrupaciones están dominadas por hombres, por lo que las mujeres tienen más dificultades para desarrollar la confianza y las relaciones que surgen naturalmente de estas redes. Los programas de patrocinio para mujeres, que implican un apoyo y una defensa profundos y proactivos, aumentarían las posibilidades de las mujeres de progresar en las empresas de movilidad.

La conducción de camiones evolucionó como una ocupación masculina icónica, pero en medio de una escasez continua -agravada por las interrupciones de la cadena de suministro durante la pandemia de COVID-19- las mujeres están ayudando a compensar las cifras. En Estados Unidos, por ejemplo, representaban el 8,1 % de todos los conductores de camiones en 2022, frente al 5,4 % de una década antes, y las investigaciones sugieren que las mujeres son, en promedio, conductoras más seguras.

Los fabricantes de camiones están ayudando. Volvo Group patrocina Iron Women, un programa de conducción de camiones para mujeres que comenzó en Perú y luego se expandió al sur de África. Pero aún quedan muchas barreras por superar. Uno es el diseño de la cabina, que se ha hecho pensando en los cuerpos masculinos. Otra es la seguridad: solo el 25% de las mujeres se plantearían ofrecer servicios de conductoras a través de una aplicación de viajes compartidos como Uber, en gran parte debido a la preocupación que suscita la presencia de extraños en el vehículo y la conducción nocturna. Uber ha introducido más funciones de seguridad, como "Follow my ride", un botón de asistencia de emergencia en su aplicación.

Los recientes nombramientos de alto nivel demuestran que algunas mujeres están progresando en el sector. En febrero, Joanna Geraghty se convirtió en la primera mujer CEO de una gran aerolínea estadounidense, al asumir la dirección de JetBlue. Y en 2022, Gwendoline Cazenave se convirtió en Consejera Delegada de Eurostar Group, que ha integrado sus rutas tradicionales de Londres a París y Bruselas con otras en la Europa continental. A pesar de estos avances, aún queda mucho trabajo por delante antes de que las empresas de transporte logren un mayor equilibrio de género. Ahora sería un buen momento para empezar.