Acción climática

¿Es la movilidad pública la próxima revolución del transporte público?

Una bicicleta eléctrica blanca sobre hierba verde.

¿Cómo podría la subvención de la movilidad ayudarnos a alcanzar los objetivos climáticos? Image: Kolumbus Bysykkelen

Lars Christian Grødem-Olsen
Managing Director and Advisor, Movability
Nils Fearnley
Senior Researcher, Institute of Transport Economics
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Este artículo es parte de: Centre for Urban Transformation
  • Las autoridades de transporte público están evolucionando y convertiendose en autoridades de movilidad pública debido a la integración y subvención de opciones de movilidad compartida, como el uso compartido de bicicletas, vehículos y servicios de micromovilidad.
  • Los ejemplos de éxito demuestran el potencial de las subvenciones y los incentivos para fomentar la movilidad compartida.
  • Gobiernos, autoridades municipales y operadores privados de movilidad compartida deben colaborar para ofrecer a los pasajeros más flexibilidad y posibilidades de elección, lo que redundará en zonas urbanas menos congestionadas y contaminadas.

Noruega ha sido elogiada como ejemplo de éxito por sus incentivos al uso de vehículos eléctricos. Casi el 90% de las ventas de vehículos nuevos en Noruega son eléctricos. Sin embargo, esto no ha resuelto los problemas de congestión, contaminación sonora y accidentes en las zonas urbanas. De hecho, el éxito supone una amenaza para el transporte público, que ahora se enfrenta a un estancamiento. En un momento en que Noruega se replantea el vehículo eléctrico privado, cabe preguntarse cómo podemos, como naciones, estimular una movilidad que nos ayude a todos a alcanzar el acuerdo de París.

Mientras los operadores de vehículos compartidos y micromovilidad -que ofrecen transporte con vehículos ligeros, como patinetes y bicicletas- todavía buscan rentabilidad y abandonan mercados no rentables, está surgiendo una nueva tendencia. Las autoridades municipales y de transporte público están subvencionando e integrando la nueva movilidad en su oferta.

¿Qué ocurre?

¿Has leído?

¿Qué es la movilidad pública?

En la última década, autoridades noruegas de transporte público, como Ruter, AtB y Kolumbus, se han reconvertido en empresas de movilidad con más autonomía para decidir su oferta y competir con el vehículo privado.

El uso compartido del vehículos en Francia sigue creciendo tras una caída debido a la pandemia de COVID-19.
El uso compartido del vehículos en Francia sigue creciendo tras una caída debido a la pandemia de COVID-19. Image: Movability.io/Local carpooling observatory

Francia ha destinado 150 millones de euros a subvencionar los viajes de corta distancia en vehículos compartidos, un motor de crecimiento para conseguir que la gente comparta los desplazamientos al trabajo. Los conductores cobran 3 euros por pasajero y el pasajero viaja gratis. Los conductores también reciben una bonificación de 100 euros tras realizar diez viajes; un operador informó de que el 94% de los conductores seguían compartiendo sus viajes con regularidad tras recibir la subvención.

Subvencionar los viajes compartidos de corta distancia crea una red de transporte fuera de las principales líneas de transporte.
Subvencionar los viajes compartidos de corta distancia crea una red de transporte fuera de las principales líneas de transporte. Image: Movability.io/Blablacar

Las autoridades de transporte público también están ampliando las ofertas en sus abonos por el que el usuario para una tarifa mensual predefinida. En Trondheim (Noruega), la autoridad local de transporte público AtB se ha asociado con operadores para ofrecer a los titulares de abonos viajes ilimitados en bicicleta compartida y dos horas de auto compartido al mes. Ruter, Kolumbus y AtB han subvencionado el lanzamiento de planes de micromovilidad en zonas rurales.

"Cuando empezamos a promover el uso compartido del automóvil para desplazarse al trabajo en nuestra zona, la respuesta fue muy escasa", dice Jacques Doridam, Vicepresidente y responsable de movilidad de la Communauté d'Agglomération de Beauvaisis, en Francia. "Estábamos convencidos de que no bastaba con fomentarlo, así que cuando la ley [Loi d'orientation des mobilités] lo permitió, optamos inmediatamente por compensar a los que compartían sus viajes junto con el operador".

"Durante los periodos de subida de los precios del combustible y luego de la inflación, los conductores comprendieron rápidamente la ventaja económica que podían obtener y el ahorro para los pasajeros. Lo que al principio parecía una apuesta es ahora un verdadero éxito, ya que hemos multiplicado por diez el número de viajes completados entre 2021 y 2022, y sigue creciendo."

Las autoridades de transporte público de Bruselas, París y Berlín también están lanzando aplicaciones de planificación de viajes que integran taxis, micromovilidad, vehículos compartidos, transporte a la demanda y viajes en auto compartidos. Las aplicaciones permiten a los clientes planificar, reservar y pagar viajes multimodales. El beneficio para los nuevos operadores de movilidad que supone el acceso a la amplia base de clientes de las autoridades de transporte público es obvio.

Estas señales apuntan a una posible transformación de las autoridades de transporte público en autoridades de movilidad pública. Estas coordinan el transporte público y la movilidad compartida para competir con el vehículo privado en sus regiones.

Pero, ¿por qué no simplemente aumentar el transporte público?

El enemigo de tu enemigo es tu amigo

A pesar de sus conocidos costes externos, el automóvil conserva una cuota de mercado dominante en la mayoría de las ciudades del mundo. El transporte público por sí solo no puede ganar la batalla para reducir la dependencia del automóvil. Los ciudadanos del siglo XXI están acostumbrados a la comodidad del desplazamiento directo en vehículo y no les gusta la rigidez del transporte público.

Mejorar el transporte público y la movilidad para atraer a los usuarios es mucho menos eficaz que adoptar políticas restrictivas que desincentivan el uso del vehículo. Sin embargo, para evitar disparidades, hay que ofrecer a los conductores un menú de movilidad pública cómodo y seleccionado.

Los servicios de movilidad compartida y el transporte público pueden unir sus fuerzas en este ámbito. Durante décadas, las autoridades municipales han subvencionado el transporte urbano en zonas donde no es rentable en aras del bien público. ¿Por qué no hacer lo mismo con la movilidad compartida?

Desgraciadamente, esto no es tan sencillo como podría pensarse.

Planteamientos a los gobiernos

Autoridades y operadores deben primero cambiar sus perspectivas para alinearse. Dado que la movilidad compartida se opera con fines comerciales, no es habitual que se considere como servicio de transporte público. Los agentes también tienen que empezar a responder juntos a algunas preguntas difíciles:

  • ¿Dónde están los límites de las funciones de las autoridades municipales y de las autoridades públicas de movilidad?
  • ¿Qué tipo de subvenciones deben aplicarse, en qué zonas y en qué circunstancias?
  • ¿Cómo puede alinearse la lógica de las entidades públicas y comerciales, por no hablar de la adhesión a las ayudas estatales y otras legislaciones?
  • ¿Cómo subvencionar un mercado con servicios y tecnologías inmaduros y poco rentables?
  • ¿Cómo conseguir que los ciudadanos exijan las ventajas de los nuevos servicios de movilidad?

Los generosos incentivos al vehículo eléctrico agravarán la congestión urbana, la contaminación sonora y los accidentes. Sin embargo, ni el transporte público ni ninguna otra alternativa de movilidad compartida pueden competir por sí solos con el vehículo. Su combinación, sin embargo, puede crear poderosas alternativas de viaje. En lugar de limitarse a los servicios de transporte público programados, las autoridades de transporte público de todo el mundo deberían tratar de convertirse en autoridades de movilidad pública.

Las autoridades locales pueden seguir desincentivando el uso del vehículo y fomentando la movilidad compartida mediante la regulación y la reasignación de infraestructuras. Los proveedores comerciales de movilidad compartida pueden facilitar datos sobre servicios, disponibilidad y precios a una entidad coordinadora a cambio de poder acceder a un mercado más amplio.

Si se quiere destronar al vehículo privado, los gobiernos, autoridades municipales y operadores privados de movilidad compartida deben trabajar juntos. El resultado final será flexibilidad y posibilidades de elección para los pasajeros, ciudades menos congestionadas, menor contaminación y una pequeña pero importante contribución a los objetivos climáticos.

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Health Impacts of Climate Change: Evidence Landscape and Role of Private Sector

Jelena Aleksić and Daniel Boero Vargas

12 de junio de 2024

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