Cómo pueden prosperar las "empresas conjuntas" en tiempos de crisis

En los últimos años, los riesgos para los negocios internacionales se han multiplicado. Las guerras, el cambio climático y las pandemias, entre otras crisis globales, han convertido al mundo en un lugar más complicado que en casi cualquier otro momento de la historia reciente. Muchos de los riesgos geopolíticos que surgen afectan a las empresas que participan en joint ventures transfronterizas.

Las joint ventures transfronterizas son entidades jurídicas de propiedad conjunta que permiten a las empresas penetrar más eficazmente en nuevos mercados, combinando los conocimientos locales con recursos y capacidades adicionales.

En los últimos 15 años, la actividad de las joint ventures ha demostrado una gran resiliencia a las convulsiones políticas y las recesiones económicas. En julio de 2023, Boston Consulting Group (BCG) llevó a cabo una encuesta en la que se preguntaba cómo están afrontando las joint venture transfronterizas la situación actual del mundo.

En una encuesta realizada a 159 ejecutivos de empresas con joint ventures en todo el mundo, la mayoría (58%) creía que el actual panorama geopolítico favorece el establecimiento de joint ventures en lugar de fusiones y adquisiciones. Un número similar (60%) afirmó que las joint ventures son un vehículo más resiliente para hacer frente a las crisis económicas. Los encuestados de seis sectores se mostraron especialmente optimistas respecto a las joint ventures:

Los encuestados del sector aeroespacial y de defensa, por ejemplo, señalaron la naturaleza estratégica de su industria como una razón importante para formar joint ventures.

Dos tercios de todos los participantes afirmaron que siguen comprometidos con su actual estrategia de joint ventures pese a los desafíos. Sin embargo, las tensiones mundiales han llevado a un número significativo (33%) a plantearse cambios como centrarse en joint ventures en regiones diferentes, renegociar las condiciones o abandonar determinadas asociaciones.

Las empresas norteamericanas y europeas son las más propensas a considerar que están expuestas a riesgos geopolíticos, ya que una mayor proporción de sus joint ventures (alrededor del 70% en nuestra muestra) incluyen a socios extranjeros. En comparación, las joint ventures transfronterizas sólo representan alrededor del 30% de todas las actividades de joint ventures chinas y alrededor del 50% en la India y el resto de la región Asia-Pacífico.

La actividad futura de las joint ventures se centrará probablemente en regiones diferentes a las del pasado. Por ejemplo, las empresas de Norteamérica y Europa pretenden tener menos actividades en China. Esta reorientación puede reflejar varios factores más allá de la geopolítica, como el menor crecimiento del producto interior bruto y el hecho de que China ya no exige a las empresas extranjeras que creen joint ventures para operar en determinados sectores de su economía.

Al mismo tiempo, las empresas norteamericanas y europeas también pueden estar buscando asociaciones más cerca de casa debido a factores de seguridad nacional, energía verde e incentivos de política industrial.

Muchos países de Asia-Pacífico, excluyendo China e India, también están planeando aumentar las joint ventures en Norteamérica, Europa, Oriente Medio y su propia región, mientras que las empresas latinoamericanas contemplan una mayor actividad en Norteamérica, Europa y la propia Latinoamérica. Es probable que estos planes se deban tanto a cambios geopolíticos como a oportunidades de crecimiento.

Mientras los ejecutivos contemplan las oportunidades y los riesgos de un mundo en rápida evolución, sólo el 23% afirma estar bien preparado para gestionar sus joint ventures existentes y ejecutar sus ambiciones futuras en medio de mayores riesgos geopolíticos. La mayoría (70%) afirma estar sólo algo preparado, mientras que el 8% dice no sentirse preparado en absoluto.

La mejor manera de maximizar el éxito futuro es con una estrategia que incorpore la resiliencia. Todos los futuros acuerdos de joint ventures transfronterizas deben contener algunas salvaguardias e incluso las joint ventures existentes pueden establecer nuevos mecanismos para proteger a todos los socios. En concreto, recomendamos las cinco prácticas siguientes para ayudar a los socios de joint ventures transfronterizas a tener éxito en el paradigma internacional actual.

Tanto si su empresa está considerando las opciones en una sociedad existente como examinando la viabilidad de una nueva empresa, la modelización de escenarios para un futuro más volátil debería ser una parte crítica y continua del proceso de toma de decisiones.

Los socios deben estar en sintonía con el marco social, político, jurídico y financiero de cada país. Los contrastes culturales en cualquier acuerdo de joint venture pueden tener un impacto duradero, que comienza en las primeras fases de las negociaciones y se prolonga a lo largo de toda la vida de la asociación.

Los mecanismos de protección que van más allá del ámbito jurídico son una de las salvaguardias más valiosas en una joint venture transfronteriza. Entre los ejecutivos encuestados, el 32% afirma que estas protecciones han adquirido mayor importancia en la última década y el 44% las considera al menos tan importantes como las protecciones jurídicas, si no más.

Los socios extranjeros también deben establecer relaciones directas con otros clientes y proveedores, además de con organismos gubernamentales, como respaldo en caso de que sus relaciones con sus homólogos locales se tuerzan.

El plan de salida se ha vuelto más importante que nunca para garantizar que ningún socio carezca de una opción viable o se vea obligado a adoptar una salida costosa. Si su empresa ya forma parte de una sociedad y su plan de salida le parece insuficiente en un mundo más arriesgado, puede aprovechar cualquier oportunidad que surja para renegociar el acuerdo original de la joint venture. Por ejemplo, si su empresa y su socia quieren expandirse a un nuevo mercado, puede ser una buena ocasión para cambiar ciertos términos y redactar un mecanismo de salida más sólido.

Una joint venture sólidamente estructurada puede soportar la mayoría de las tensiones, pero todos los socios deben asegurarse de que están adecuadamente protegidos y reconocer que el manual de reglas del pasado puede tener que adaptarse al incierto mundo del futuro.