Así es como los bancos de desarrollo están reduciendo el riesgo de las inversiones verdes
Para cumplir los ambiciosos objetivos climáticos mundiales, necesitamos movilizar USD 1,7 billones anuales en inversiones en energías renovables. Image: REUTERS/Pavel Mikheyev
Labanya Prakash Jena
Senior Manager and Head, Centre for Sustainable Finance, Climate Policy InitiativeGireesh Shrimali
Head of Transition Finance Research, Oxford Sustainable Finance Group, University of OxfordMantente al día:
Finanzas para el desarrollo
- Los países en desarrollo necesitan USD 1,7 billones al año de inversiones verdes: en 2022, esa cifra alcanzó USD 544 000 millones.
- El capital privado será decisivo para cerrar esta brecha de USD 1,2 billones, por lo que es clave que los bancos multilaterales de desarrollo reduzcan el riesgo de ese crédito.
- He aquí algunas de las herramientas clave que se utilizan hoy en día y cómo pueden mejorarse para cerrar la brecha y alcanzar el objetivo de USD 1,7 billones.
La adopción de tecnología de energías renovables en los países en desarrollo es significativamente menor de lo deseado. Necesitamos invertir USD 1,7 billones cada año en los países en desarrollo, sin embargo, en 2022, alcanzamos la cifra de USD 544 000 millones. Para cerrar la brecha de USD 1,2 billones, es crucial reducir el riesgo del capital privado.
Este déficit es una de las principales limitaciones que frenan la adopción de energías renovables en los países en desarrollo. Existen varios riesgos que impiden los flujos de capital hacia el sector en estas naciones. Entre ellos, el riesgo de crédito es uno de los más importantes.
En las dos últimas décadas, las instituciones internacionales y los intermediarios financieros innovaron y desplegaron instrumentos de mitigación del riesgo de crédito. Sin embargo, en la actualidad estos instrumentos no se utilizan en todo su potencial. El elevado coste de estos instrumentos, los procesos laboriosos, inflexibilidad, falta de concientización y lentitud en la toma de decisiones por parte de las instituciones multilaterales y los gobiernos están limitando el uso de los instrumentos de mitigación del riesgo de crédito existentes y ralentizando la transición energética.
La garantía parcial de crédito del Banco Asiático de Desarrollo
En los primeros días de la energía solar en la India, el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) proporcionó una garantía parcial de crédito (GPC ) para reducir el riesgo en los préstamos solares a gran escala en el país. La idea era proporcionar una mayor comodidad a los prestamistas en un nuevo espacio. Sin embargo, el programa todavía no ha tenido éxito; sólo dos emisores en renovables han utilizado este instrumento para captar fondos. El retraso en el despliegue del mecanismo, el cambio de percepciones en el ínterin, el alto coste percibido de hacer uso de la garantía, el complicado proceso para entender el mecanismo, la inflexibilidad y la limitada concientización han impedido una mayor diseminación. Abordar estas barreras, principalmente aumentando la flexibilidad de las ofertas, reduciendo la complejidad de las transacciones y subvencionando las comisiones de garantía, puede aumentar enormemente su adopción, lo que puede atraer cantidades masivas de capital privado.
La garantía parcial de crédito de la Corporación Financiera Internacional
Las garantías ofrecidas por la Corporación Financiera Internacional (CFI) siguen creciendo, apoyando principalmente la financiación en moneda local. Estas garantías han mejorado los plazos, pero su impacto en el coste del capital está menos claro. Del mismo modo, las facilidades de distribución de riesgo, otro instrumento de la CFI destinado a abordar el riesgo de crédito, han mostrado resultados desiguales.
Los instrumentos de garantía son una actividad al margen de la actividad principal de la CFI: la inversión directa. Se trata de operaciones puntuales, dado que la CFI se centra en la financiación de proyectos, y los incentivos para la provisión de estas garantías están mal alineados, dado que la CFI se centra en grandes operaciones. Además, la aversión al riesgo de la CFI también limita su uso de los instrumentos de garantía.
Para aumentar el uso de estas garantías, la CFI necesita institucionalizar la innovación en la oferta y reducir la complejidad de las transacciones. Debe centrarse en la garantía (en lugar de tratarla como una actividad marginal), aumentar el tamaño de los fondos de garantía y añadir más capacidad humana para ampliar los instrumentos que aglutinan la inversión a gran escala del sector privado.
El mecanismo de garantía de crédito
El mecanismo de garantía de crédito se creó para hacer frente a los riesgos crediticios en la concesión de préstamos al sector de la energía solar sobre tejado en la India en el segmento de las medianas y pequeñas empresas (pymes), en el contexto del ambicioso objetivo nacional de alcanzar 40 GW de capacidad fotovoltaica sobre tejado para 2022. El instrumento tiene un apalancamiento de aproximadamente nueve, lo que significa que un dólar de compromiso con el esquema cataliza nueve dólares en préstamos del sector privado.
Dado el interés del Banco Mundial en apoyar el sector de energía fotovoltaica sobre tejado en la India, y su apoyo continuo al Banco Estatal de la India (SBI), la puesta en marcha del esquema pasó a manos de estas instituciones en 2018. Más rapidez en la toma de decisiones de las instituciones internacionales y una priorización de las mipymes en la transición verde de la India pueden hacer funcionar este instrumento financiero catalizador. El mismo instrumento también puede desplegarse en otros países en desarrollo, donde los riesgos crediticios en el segmento de las mipymes son los mismos en la mayoría de los países.
Soluciones fuera de la red para reducir el riesgo de las inversiones verdes
Las garantías de primera pérdida, un instrumento en el que un tercero compensa al prestamista si el prestatario incumple sus obligaciones, es otro instrumento catalizador en las fases iniciales de un sector como el de las energías renovables, que puede evolucionar hacia GPC a medida que el sector madura. A lo largo del tiempo, diversos organismos han proporcionado estas garantías a diversas empresas. Tomemos, por ejemplo, la garantía de USD 10 millones de la Corporación Internacional de Financiación del Desarrollo (DFC) de EE. UU. para catalizar USD 20 millones en préstamos de Trine o la garantía de USD 5,9 millones del Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI) para el fondo de USD 100 millones de BBox.
Otra solución novedosa en el ámbito de la financiación de energía fotovoltaica fuera de la red es la plataforma Green 4 Access en África. Tres años después de su conceptualización, Green 4 Access sigue en fase de captación de fondos. En este contexto, un recurso clave en África es el Fondo de Garantía Africano (AGF, por sus siglas en inglés), centrado en la movilización de recursos privados para las pymes en África, que ha permitido la financiación de USD 1600 millones para esas empresas en el continente. Utilizando las lecciones del AGF, soluciones como Green 4 Access pueden ampliarse y reproducirse en otros lugares. Para ello, podría ser instructivo aprender del exitoso programa de sistemas solares domésticos de Bangladesh, facilitado por la Infrastructure Development Company Limited (IDCOL).
IDCOL se creó como institución financiera intermediaria para conceder subvenciones y préstamos a bajo interés a organizaciones asociadas. IDCOL pudo hacerlo gracias a las subvenciones y el apoyo crediticio proporcionados por diversas instituciones multilaterales. En este proceso, IDCOL pudo hacer frente al riesgo crediticio de los clientes finales.
Sin embargo, el segmento de las mipymes se enfrenta a problemas similares a los de los proveedores de garantías tradicionales: tamaño reducido, falta de flexibilidad de la garantía para satisfacer las necesidades específicas del sector y lentitud de los procesos de toma de decisiones de las instituciones que conceden las garantías.
Para ampliar estos instrumentos, los bancos multilaterales de desarrollo, las instituciones financieras bilaterales y los organismos donantes deben hacer de la garantía crediticia un producto básico y dar a conocer mejor su oferta. El balance del garante debe reponerse mediante subvenciones y capital en condiciones favorables para ampliar el uso de estos instrumentos. Los garantes de crédito deben ser flexibles para adaptarse a las distintas necesidades de las naciones en desarrollo y ágiles para satisfacer las necesidades urgentes de estos países.
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