Cinco pasos para que las empresas tomen en serio las cuestiones de género

En un foro reciente patrocinado por la ciudad de San Francisco se reunieron algunas empresas para compartir sus prácticas respecto a la equidad de género. Dichas empresas iban de foros de empleos en línea para padres de familia, recursos compartidos y sugerencias para mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida, hasta consejos sobre cómo reducir la imagen estereotípica de la mercadotecnia en los medios de comunicación.

Dichos esfuerzos fueron alentadores, pero nos dejaron preguntándonos: ¿no deberían las empresas abordar el tema de la equidad de género de una manera más holística, integrada y sistemática? Nosotras creemos que la integración de la perspectiva de género –la mejora en la coordinación por medio de la eliminación de obstáculos, por medio de compromisos, rendición de cuentas y comunicación compartidos– es crucial para que las empresas puedan avanzar hacia la equidad de género.

A mediados de la década de 1990 en las Naciones Unidas fue adoptada la integración de perspectiva de género como una estrategia para alcanzar la equidad de género y desde entonces dicha iniciativa ha evolucionado considerablemente. Hoy día, esa iniciativa proporciona una infraestructura útil para las empresas que desean aumentar su compromiso con sus empleadas, consumidoras y las mujeres de la comunidad.

Adoptar esta iniciativa significa que la diversidad de género no puede considerarse simplemente como la inclusión de algo “bueno”; significa que tanto mujeres como hombres deben jugar papeles iguales en la planificación e implementación de nuevos proyectos a fin de garantizar que este trabajo no tenga un impacto negativo en ninguno de ambos géneros. En el mejor de los casos, las corporaciones se beneficiarán al máximo al integrar a mujeres en diferentes posiciones corporativas, tanto en el interior de la empresa como en el exterior de la misma. Como mínimo, la iniciativa podrá brindar protección contra la errónea y común conclusión de que ciertos temas carecen de género; por ejemplo, si los procesos de reconocimiento o promoción internos requieren de autonominaciones (las cuales dependen de un estilo de liderazgo más “masculino”), o si los códigos de conducta de la cadena de suministro requieren entrevistas de empleados pero no toman en cuenta las sensibilidades culturales respecto a la interacción de un entrevistador de sexo masculino con fuerza laboral que en su mayoría está compuesta de mujeres.

Hoy día la gran mayoría de líderes corporativos comprenden que deben adoptar las medidas básicas para implementar procedimientos de contratación no discriminatorios y políticas de promoción justas, de invertir en programas comunitarios importantes para las mujeres y de crear productos seguros y saludables para ellas.

Algunas empresas están avanzando rápidamente más allá y abriendo camino hacia estrategias de equidad de género más integrales. Por ejemplo, tanto ANN INC. como Symantec han hecho compromisos públicos con respecto a la importancia de la equidad de género en sus empresas y han creado equipos multidisciplinarios para implementar los programas y garantizar la rendición de cuentas en toda la empresa. Symantec se ha enfocado en construir una fuerza laboral diversa, en particular en aumentar la representación de mujeres en posiciones técnicas. Además, esta empresa es uno de los signatarios originales de los Principios para Darle Poder a la Mujer de las Naciones Unidas (WEPs, por sus siglas en inglés), y utiliza esos principios como una infraestructura para garantizar que sus esfuerzos aborden la manera en que la empresa impacta a las mujeres, desde la mercadotecnia al reclutamiento. Esta semana la ANN INC. anunció un compromiso importante para promover la potenciación de las mujeres en su cadena de suministro, expandiendo la participación en el programa HERproject del BSR, suscribiéndose a los WEPs e incluyendo la integración de perspectiva de género en los códigos de conducta de los proveedores de la empresa. Este nuevo compromiso es alentador, incluso más porque se erige sobre cimientos ya existentes de compromisos con las mujeres y las niñas.

La integración de perspectiva de género proporciona una infraestructura para todas las empresas, sin importar qué lugar ocupen en el espectro de liderazgo por género. Las empresas pueden comenzar con cinco pasos:

1. Reconozca que el género es un tema de corriente principal y que la equidad de género debe ser un objetivo primario compartido por todos. Para que pueda hacerse bien, esto requiere de la participación de directivos en posiciones de liderazgo y de colaboración multidisciplinaria a fin de garantizar que se envíen mensajes consistentes a lo largo de la empresa.
2. Analice los esfuerzos actuales de su empresa. Se deben reclutar departamentos clave, como ventas, recursos humanos, relaciones gubernamentales, asuntos comunitarios, legal, cadena de suministro y mercadotecnia a fin de formar un consejo de género multidisciplinario para revisar los esfuerzos actuales y el progreso respecto al género hasta la fecha.
3. Evalúe el desempeño de su empresa en comparación con sus socios, competidores y líderes para comprender los huecos y las oportunidades de sus prácticas actuales. Una herramienta útil para hacer esto podrían ser los WEPs, los cuales proporcionan una infraestructura de siete pasos que explica cómo potenciar a las mujeres en el lugar de empleo.
4. Amplíe sus compromisos. A partir de esta evaluación, las empresas deben elegir nuevas áreas donde invertir y hacer compromisos públicos para lograr el progreso. Enfóquese en las áreas donde crea que la empresa puede tener el mayor impacto, pero no ignore los temas difíciles o menos comercializables. La clave para implementar la integración de la perspectiva de género exitosamente consiste en establecer un mensaje constante y una atención amplia al género a través de todos los temas y departamentos.
5. Observe e informe. Observar el desempeño por medio de paneles de control que muestren de manera regular la información relacionada a la representación y el progreso de las mujeres en toda la empresa puede ser crucial para garantizar la rendición de cuentas. También le ayudará a relatar una historia integral a la cual sus clientes, potenciales empleados y socios se puedan relacionar.

El motivo para invertir en las mujeres debe ser superior a querer “hacer lo correcto”. Las mujeres representan una proporción mayor de egresados universitarios que los hombres, el 80% de las decisiones de compras las toman las mujeres, el desempeño de las empresas con el mayor número de mujeres en posiciones ejecutivas supera a las empresas que tienen menos mujeres en dichas posiciones, y hasta el 80% de la fuerza laboral en manufactura ligera y el 70% en la agricultura están compuestos por mujeres. Está claro que el género es una corriente principal, y la igualdad debería abordarse como parte central de la manera en que operan las empresas.

El Día Internacional de la Mujer es un buen momento para iniciar la conversación en su empresa: ¿qué es necesario para que en su empresa el género se vuelva una corriente principal?

Autores: Aditi Mohapatra es directora asociada y Rachael Meiers es directora del HERproject at BSR.

Imagen: REUTERS/Yuriko Nakao