El estado de la prosperidad mundial: 4 datos clave que debes conocer

Todo el mundo quiere vivir en la prosperidad: con dinero suficiente no sólo para comprar lo esencial -como comida, vivienda y ropa-, sino también para permitirse los bienes y servicios asociados a la buena vida: un frigorífico, una moto, una visita a la peluquería y un viaje de vez en cuando.

En 1990, en lo que supuso un hito, el Banco Mundial definió la línea mundial de pobreza extrema, fijada en un consumo per cápita de 1 dólar al día. Hoy, utilizando los precios de 2017 y ajustando las diferencias de poder adquisitivo entre países, esto representa 2,15 dólares al día.

Acabar con la pobreza fue la principal misión del Banco Mundial a partir de la década de 1990 hasta definir sus "objetivos gemelos" en 2013, añadiendo la "prosperidad compartida" como segundo objetivo. La prosperidad compartida implicaba asegurarse de que la tasa de crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de cada país fuera al menos igual a la media. En junio de 2023, el Banco Mundial afinó su objetivo de prosperidad compartida y estableció una línea de 25 dólares al día.

Con 25 dólares al día (en paridad de poder adquisitivo, PPA) - lo que equivale 9125 dólares al año - una persona ya viviría una vida típica de clase media, donde definimos el nivel de entrada en 12 dólares al día (en PPA).

Esto es lo que necesitas saber sobre el estado actual de la prosperidad y por qué esa línea de 25 dólares al día es tan importante.

World Data Lab ofrece las estimaciones más actualizadas sobre el estado de la prosperidad mundial. Cuatro datos merecen especial atención.

Utilizando el modelo de proyección del consumo de World Data Lab - que tiene en cuenta el 25% del "gasto faltante" y lo alinea con la distribución de la renta- estimamos que actualmente hay 2400 millones de personas que viven con 25 dólares al día o más. Esto es menos de un tercio de la población mundial. Sin embargo, es superior a las estimaciones actuales del Banco Mundial, porque las últimas estimaciones del Banco Mundial se hicieron hace cinco años y no tienen en cuenta el "gasto faltante". Estos ajustes suponen una diferencia especialmente grande para India.

El número de personas que viven en la prosperidad aumenta en 85 millones cada año. Es decir, tres personas cada segundo. Pero como la población mundial también crece en unos 70 millones cada año, la reducción de personas que viven por debajo de la "línea de prosperidad" es sólo de unos 15 millones al año. Sin embargo, proyectamos un descenso continuo de los "no prósperos" luego que durante la COVID esa cifra alcanzó unos 5700 millones de personas. Si se mantienen las tendencias actuales, el mundo experimentará un punto de inflexión en 2049, cuando los prósperos superen por primera vez en número a los no prósperos (véase abajo).

El cruce se produjo en 2021, pero la población próspera de los mercados emergentes no gastará más que la de la OCDE sino después de 2033. Estos cambios también son evidentes en el modo en que se han desplazado los negocios, donde las principales marcas globales proceden de los mercados emergentes y las principales marcas occidentales -como Tesla o L'OREAL- dependen ahora de Asia para su crecimiento. Aun así, hoy en día solo el 20% de los habitantes de los mercados emergentes pueden llevar una vida próspera, frente al 82% en la OCDE.

Los pobres gastan más en artículos de primera necesidad, como comida, vivienda y ropa, mientras que los más ricos gastan mucho más en los mercados modernos, comprando bienes durables como frigoríficos, lavadoras, motocicletas y todos los servicios asociados. Los más ricos también gastan mucho más en viajes y en comer fuera. Aunque los más ricos también compran alimentos, vivienda y ropa más caros, su cuota de estos productos esenciales se está reduciendo. El modelo de proyección del consumo de World Data Lab prevé que, con 25 dólares al día, una persona gasta normalmente unos 13,50 dólares en productos esenciales, como alimentos (6,80 dólares), vivienda (5,40 dólares) y ropa (1,40 dólares), mientras que quedan 11,50 dólares para gastos discrecionales (véase el gráfico 4).

El camino hacia la prosperidad mundial aún es largo, y pasará al menos una generación, unos 25 años, antes de que la mitad del mundo pueda vivir una vida próspera. Sin embargo, el hecho de que estemos viendo rápidos progresos en tiempos de turbulencias globales demuestra, una vez más, que las líneas de tendencia son más importantes que los titulares.