12 consejos para aprender a manejar a tu jefe

Nota: es una adaptación del columnista Greoffrey James y su nuevo libro,Business Without the Bullshi+t: 49 secrets and shorcuts you need to know

Sería maravilloso si el éxito se basara exclusivamente en la capacidad de cada uno para trabajar. Los aumentos, las vacaciones y otros beneficios pueden depender directamente de ti si sabes cómo manejar a tu jefe. Afortunadamente, mantener a su jefe feliz no es tan difícil, si sigues estas sencillas reglas:

1. Piensa en tu jefe como un recurso.
En lugar de un supervisor (o peor aún, los padres), ten en cuenta que tu jefe es un proveedor de servicios que te ayuda a hacer tu trabajo. Te asegura los recursos que necesitas, toma decisiones en tu favor, trabaja tus problemas interdepartamentales, y asegura el dinero para conseguir un aumento de sueldo.

2. Mantén tus promesas.
Tu jefe confía en ti para hacer tu trabajo. Cuando aceptas una tarea, tienes que seguir adelante con fanatismo. Nunca te comprometas de más y siempre entrégalo todo a tiempo. Como dijo Yoda: “Hacer o no hacer. Aquí no hay intentos’.”

3. No hay sorpresas, nunca.
Incluso si tienes miedo, una mala noticia podría molestar a tu jefe. No esperes hasta el último minuto para comunicársela. Las actualizaciones frecuentes son tu mejor y única defensa.

4. Tómate tu trabajo en serio.
Tu jefe no espera que seas perfecto, pero lo apreciará cuando sea obvio y que vea que realmente te preocupas por lo que haces. Esto no significa que debas tomártelo demasiado en serio. Puedes ser serio en tu trabajo, pero estar dispuesto a reírte de tus propias debilidades.

5. Asesora y obedece.
Cuando veas que tu jefe vaya a tomar una decisión tonta, sugiere una alternativa mejor. Sin embargo, una vez que tu jefe haya tomado esa decisión, no sigas proponiendo alternativas y haz lo mejor para aplicarla. No importa si estás o no de acuerdo.

6. Propón soluciones, no quejas.
Nada irrita más a un jefe que verse obligados a escucharte decir cosas que, o bien no está dispuesto a cambiar o está fuera de la capacidad de tu jefe para cambiar. No saque a relucir un problema a menos que tenga una solución en mente.

7. Comunica con claridad.
Cuando se trata de tu jefe, habla y escribe en oraciones cortas, utiliza las menos palabras posibles para explicarte y haz la explicación fácil de comprender. Esto hace que el trabajo de tu jefe sea más fácil, lo que ayuda a hacer tu trabajo más fácil.

8. Haz tu mejor trabajo.
Los jefes saben cuando un empleado vale para algo. Ellos esperan que puedas hacer tu trabajo como tu bien sabes hacerlo, superando los obstáculos que impidan que otras personas tengan éxito en lo que haces. Esperan lo mejor de ti, por lo que no esperes a dárselo.

9. Explica en qué te sientes más cómodo.
Dado que todos los jefes tienen un estilo de gestión “por defecto”, te toca ayudarle a entender cómo él o ella puede ayudarte a hacer tu mejor trabajo. Esto requiere tanto la autoconciencia y el valor para hablar.

10. Prepárate bien cada reunión.
A veces tu jefe va a querer “profundizar” en los detalles de tu trabajo. Responde con aplomo y tu jefe asumirá que eres competente. Pasar al menos una hora de preparación por cada hora que vayas a pasar con tu jefe.

11. Muestra interés por la carrera de tu jefe.
Para hacerte valer, anticípate a lo que vaya a necesitar tu jefe antes de que tu jefe te lo pida. Aprende cómo predecir esas necesidades mediante la expresión de la curiosidad por la experiencia y la perspectiva de tu jefe.

12. Haga a tu jefe exitoso.
Independientemente de lo que dice tu descripción de trabajo, tu máxima prioridad es siempre que tu jefe tenga éxito. Del mismo modo, el trabajo de tu jefe es hacerte a ti más exitoso. Si tu jefe no “obtiene” este concepto de reciprocidad, tu máxima prioridad será encontrar un jefe diferente.

Con la colaboración de Forbes.es

Autora: Jimena Azinovic escribe para Forbes.es

Imagen: REUTERS/Pascal Lauener