Por qué el sector minero debe explicar mejor su progreso hacia el cero neto

Hace muchos años, había un anuncio de televisión rodado en la cocina de una casa familiar. Todo iba bien hasta que desapareció el horno, luego el frigorífico y la tetera. Luego desaparecieron los cubiertos de la mesa y con ellos las patas de acero de la mesa. Todo lo metálico fue retirado uno a uno hasta que la cocina quedó hecha un caos. Así fue como se comunicó al público el valor de los productos de la minería.

Hoy en día, muchos de los productos de la minería son menos obvios. Es el cobre del cable que va de la Tierra a la parte superior de la turbina eólica, el litio de la batería del vehículo eléctrico y el silicio de los paneles solares. Los llamados "minerales críticos" están ganando reconocimiento como esenciales para la transición energética, pero la forma en que hablamos de esos minerales y de la minería que los desentierra debe evolucionar.

Si bien es innegable que las empresas mineras realizan valiosas aportaciones a la sociedad, es crucial reconocer sus problemas pasados y presentes. La forma de comunicar esos problemas es clave y ayudará al sector a conectar con la sociedad. El sector debe difundir sus acciones y demostrar con autenticidad sus avances en la resolución de los problemas para fomentar una apertura sincera al diálogo y el intercambio con la comunidad en general.

Esto representa una gran oportunidad y un profundo reto en el contexto de la transición energética. Ahora, más que nunca, la industria minera debe adoptar un enfoque transformador de la comunicación. Debe buscar activamente una conexión con la sociedad y mostrar cómo su cadena de valor de metales y minerales permite la transición energética. De lo contrario, se arriesga la viabilidad del sector en el contexto de la descarbonización en curso.

Para navegar por los retos a los que se enfrenta, la industria minera debe reconocer que ni siquiera los comunicadores más hábiles son capaces de transmitir un posicionamiento positivo sin la base de unas relaciones genuinas y de confianza. La percepción de las empresas mineras como villanas surge con frecuencia de una notable disparidad entre sus acciones y las expectativas de la sociedad.

Aunque pueda parecer tentador tachar al sector de falta de capacidad de comunicación, tal caracterización simplifica en exceso la situación y no aborda los problemas subyacentes. Atribuir el problema únicamente al mensajero es una forma de desviar la responsabilidad, restando importancia a la necesidad de afrontar y resolver los retos fundamentales en juego. Como dice Steve Martin, autor de Messengers, "la confianza es un deporte de contacto".

Reconocer el papel indispensable de la minería en nuestras vidas añade otra capa a la narrativa. La realidad es que no podemos vivir sin la minería; todo en el planeta se cultiva o se extrae. Destacar este hecho en las comunicaciones pone de relieve las contribuciones vitales de la industria y subraya la responsabilidad compartida de todas las partes interesadas -la industria, el gobierno y la sociedad- para abordar las preocupaciones de forma colaborativa y garantizar prácticas sostenibles.

Este enfoque holístico refuerza la necesidad de una mentalidad transformadora en el sector minero y sienta las bases para una relación más positiva y mutuamente beneficiosa con la comunidad en general. Como se afirma en un reciente estudio de GlobeScan sobre la percepción de la industria: "El sector minero también tiene que hablar con credibilidad sobre cómo acelerará la transición hacia un mundo justo y sostenible y disipar los temores y preocupaciones suscitados por la demanda de más minería. No se puede dar por sentado que, como industria, la minería y los metales tienen vía libre simplemente por el hecho de que los metales y los minerales son necesarios para llevar a cabo la transición".

Reconocer el papel fundamental de la industria minera en la transición energética es primordial para garantizar un cambio fluido y eficaz hacia prácticas sostenibles. El sector minero proporciona las materias primas esenciales indispensables para la producción de tecnologías de energías renovables, vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía.

No reconocer la importancia de esta industria podría provocar una escasez crítica de recursos, lo que impediría el desarrollo y despliegue de infraestructuras energéticas limpias. Además, pasar por alto la importancia de las prácticas mineras sostenibles puede aumentar el impacto ambiental de la minería, contrarrestando los objetivos de un futuro energético más verde. Asumir el papel de una industria minera responsable es un imperativo económico y una necesidad estratégica para garantizar una cadena de suministro estable y responsable de los materiales que sustentan nuestra transición hacia un panorama energético más limpio y sostenible.

La urgencia de que la industria minera evolucione en materia de comunicación y de relaciones con el público significa que debe salvar la distancia entre sus prácticas y las expectativas de la sociedad, especialmente en un contexto de necesidad urgente de transición energética. Las empresas mineras pueden desempeñar un papel crucial en la configuración de un futuro sostenible, abordando de forma proactiva las preocupaciones y fomentando conexiones significativas con las partes interesadas, al tiempo que garantizan la aceptación y el apoyo continuos de la sociedad, esenciales para sus operaciones.