Debemos unirnos para garantizar una gobernanza de la IA que funcione para todos

La IA (Inteligencia Artificial) generativa está demostrando ser una fuerza transformadora de nuestras economías y sociedades. Su rápido desarrollo en los últimos meses subraya el papel vital de la IA como infraestructura fundamental sobre la que evolucionará el panorama digital. Eso refuerza la necesidad de garantizar su uso responsable y ético.

La IA generativa sintetiza rápidamente grandes cantidades de información para generar contenidos diversos en distintos medios, fusionando la creatividad humana con la tecnología. Este campo emergente presenta muchas posibilidades para revolucionar el trabajo en todos los sectores, automatizar tareas, fomentar la creatividad y mejorar la toma de decisiones, dotando a los seres humanos de herramientas para avanzar en el progreso.

Pero también plantea retos, que van desde consideraciones éticas y nociones de equidad hasta debates más profundos sobre la inteligencia y el temor a alcanzar la singularidad tecnológica, un futuro hipotético en el que la tecnología se vuelve incontrolable. Plantea riesgos potenciales como el desplazamiento de puestos de trabajo, la explotación malintencionada y la desalineación con los valores humanos. También suscita cuestiones sobre la titularidad y los derechos de propiedad intelectual, los modelos abiertos frente a los cerrados, el equilibrio entre innovación y seguridad, la tensión entre los modelos multilingües y de lengua nacional soberana, etc. Además, existe la acuciante preocupación de que pueda agravar la brecha digital al conducir a una distribución desigual de oportunidades y recursos.

Estas incertidumbres ponen de relieve la urgencia de crear marcos sólidos de gobernanza de la IA para que su utilización sea responsable y beneficiosa para todos. Las estrategias de gobernanza de la IA deben evaluar las oportunidades y los riesgos y proponer formas de avanzar que logren un delicado equilibrio entre el aprovechamiento del potencial de la IA generativa y la salvaguarda de las consideraciones éticas. A medida que la tecnología sigue avanzando y ampliando su alcance, se hace imperativo asegurarnos de que su desarrollo y despliegue se mantengan firmemente alineados con los principios centrados en el ser humano, impulsando el progreso de la sociedad en todo momento.

Instituciones internacionales como las Naciones Unidas, la OCDE, el proceso de IA del G7 Hiroshima, el portal de IA del G20 y el Consejo Conjunto de Comercio y Tecnología UE-EE. UU. han presentado propuestas de principios éticos, transparencia y seguridad en el desarrollo y despliegue de las tecnologías de IA. Algunos países también están explorando enfoques reguladores, desde la autorregulación impulsada por la industria hasta modelos formales de gobernanza. Estas iniciativas son prometedoras, pero por sí solas no bastan. Para hacer frente a la velocidad y el alcance del desarrollo de la IA generativa, es necesaria una colaboración público-privada a escala mundial.

En respuesta, el Foro Económico Mundial ha puesto en marcha la Alianza para la Gobernanza de la IA (AI Governance Alliance) con el fin de unir a líderes de la industria, gobiernos, instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil, y liderar el diseño y despliegue responsable de sistemas de IA transparentes e inclusivos. Esta iniciativa se basa en los marcos existentes e incorpora las recomendaciones preliminares de la conferencia "Liderazgo Responsable en IA: Una Cumbre Global en IA Generativa", organizada por el Foro Económico Mundial en abril.

La Alianza para la Gobernanza de la IA se basa en los más de 50 años de experiencia del Foro Económico Mundial en el establecimiento de asociaciones entre múltiples partes interesadas. Reúne conocimientos del sector privado, mecanismos de gobernanza del sector público y objetivos de la sociedad civil para abordar la naturaleza transformadora de los sistemas generativos de IA. Con el apoyo del Centro para la Cuarta Revolución Industrial (C4IR) del Foro Económico Mundial, la alianza se compromete activamente con varias regiones al tiempo que contribuye a dar forma a un enfoque global para abordar la naturaleza transformadora de los sistemas generativos de IA.

La misión de la alianza refuerza tres acciones fundamentales que deben emprenderse para garantizar el desarrollo y despliegue responsable y seguro de la IA.

En primer lugar, debemos dar prioridad a los sistemas y tecnologías seguros, invirtiendo recursos en sistemas de IA robustos y seguros que garanticen la seguridad de los usuarios y la mitigación de riesgos. Esto implica aspectos técnicos como el establecimiento de una terminología compartida, parámetros de referencia y trazabilidad, así como la aplicación de prácticas responsables a lo largo de su desarrollo y despliegue y la garantía de métodos de evaluación sólidos.

En segundo lugar, debemos asegurarnos de que las aplicaciones y transformaciones son sostenibles, alineando la IA generativa con los objetivos sociales a largo plazo, abordando los sesgos y promoviendo la transparencia. Es esencial dotar a los líderes empresariales y gubernamentales de los conocimientos y la previsión necesarios para aprovechar el poder de la IA generativa de forma eficaz y responsable en sus respectivas organizaciones, mitigando al mismo tiempo los riesgos que conlleva.

En tercer lugar, son fundamentales la gobernanza y la regulación resilientes. La alianza colaborará con responsables políticos y partes interesadas para establecer marcos éticos y medidas reguladoras específicas para la IA generativa. Con el objetivo de anticiparse a los posibles riesgos, orientar el desarrollo y garantizar una comprensión armonizada a nivel mundial de las prácticas responsables de la IA, esas colaboraciones tendrán como objetivo evaluar el impacto social, defender principios de equidad e inclusión y proponer un diseño conjunto de modelos esenciales de gobernanza.

Debemos unirnos para asegurarnos de que la innovación prospere y que los beneficios de la IA se materialicen minimizando los riesgos. La IA generativa puede ser una fuerza para el bien, que empodere a las personas y haga avanzar a las sociedades, si aunamos ideas diversas y estrategias sólidas para encaminarla por la senda correcta.