COVID-19

Cómo acelerar y fortalecer la economía mundial

El presidente del Foro Económico Mundial, Borge Brende, sostiene que el mundo necesita una economía global pospandémica equitativa, sostenible y resistente. Image: REUTERS

Børge Brende
President, World Economic Forum
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COVID-19

  • La inflación y la desaceleración económica amenazan la economía mundial
  • Pero ahora existe la oportunidad de sentar las bases para una economía global resistente y sostenible
  • El Presidente del Foro Económico Mundial, Børge Brende, afirma que la cooperación es clave para hacer realidad esta visión


En un momento en el que la economía mundial se enfrenta a fuertes vientos en contra, existe una oportunidad para que los líderes no sólo aceleren el crecimiento a corto plazo, sino que sienten las bases de una economía más resistente y sostenible para los próximos años.

No es ningún secreto que nos encontramos en un contexto económico difícil. En enero, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó proyecciones que indican que se espera que el crecimiento mundial se reduzca del 5,9% del año pasado al 4,4% en 2022. Esto supone medio punto porcentual menos de lo que se había previsto en octubre.

Junto a esta desaceleración, muchos economistas creen que la persistencia de la inflación en parte borrará las ganancias económicas, con la expectativa de que un aumento en las tasas de interés frene la inversión. Además, según el FMI, el 60% de los países de bajos ingresos están endeudados o en riesgo de endeudamiento.

Estos, sin duda, son grandes retos, pero también hay posibilidades por delante.

Si los líderes, además de poner en marcha políticas para revitalizar las economías, también abordan las prioridades compartidas a corto, medio y largo plazo, existe la posibilidad de aumentar la confianza y crear resiliencia, ingredientes clave para la salud económica ahora y en el futuro.

Crecimiento inclusivo


Lo más inmediato es garantizar que el crecimiento global sea más inclusivo. Muchas economías avanzadas tienen previsiones prometedoras, como China, que vio aumentar sus exportaciones en más de 675.000 millones de dólares el año pasado, un 26% más que el año anterior. Pero sigue existiendo el riesgo de que la recuperación tarde años en la mayoría de las economías emergentes y en desarrollo. Si no se aborda, esta divergencia no sólo tendrá graves consecuencias económicas mundiales, sino también humanitarias.

Una forma de avanzar en una recuperación más equitativa es comprometerse a realizar inversiones sostenibles en las economías con escasa financiación.

En este sentido, afortunadamente, la IED (Inversión Extranjera Directa) está mostrando por fin signos de salud, ya que los flujos globales de financiación aumentaron un 77% en 2021, superando su nivel previo a la COVID-19. De hecho, China experimentó un récord de 179.000 millones de dólares de inversión que fluyó hacia el país, lo que supone un aumento del 20% interanual. Sin embargo, la IED mundial sigue siendo frágil debido a que factores como las nuevas variantes de COVID-19 y el aumento de los precios de la energía pueden crear obstáculos a los flujos de capital.


Transformación digital


A mediano plazo, debemos potenciar la transformación digital, ya que la economía mundial está experimentando un rápido avance y expansión tecnológicos, lo que el Foro Económico Mundial ha denominado la Cuarta Revolución Industrial. Los próximos cinco o diez años requerirán que todas las empresas se aseguren de que la tecnología y la innovación formen parte de su ADN. De hecho, se calcula que el 70% del nuevo valor de esta década se basará en modelos de negocio que se apoyen en aplicaciones digitales. La reciente escasez de semiconductores, y la consiguiente concentración en Estados Unidos, la Unión Europea y China en la fabricación de chips, es sólo un indicio de la rápida transformación digital que se está produciendo.

La digitalización de la economía global es la razón por la que el 14º Plan Quinquenal de China ha pedido que las "industrias centrales de la economía digital" representen el 10% del PIB del país en 2025, frente al 7,8% en 2020.

Sin embargo, a pesar de la creciente importancia de lo digital, se calcula que 2.900 millones de personas -más de un tercio de la población mundial- no han utilizado nunca la Internet. Por ello, el año pasado el Foro Económico Mundial reunió a las principales empresas tecnológicas y financieras, junto a entidades gubernamentales, para lanzar la Alianza EDISON, para fomentar el acceso digital accesible para todos en 2025.

Transición verde


A más largo plazo, debemos comprometernos a apostarle a lo verde porque el cambio climático es el reto más importante de nuestra vida.

Según algunas estimaciones, la economía mundial podría enfrentarse a consecuencias sin precedentes, con una reducción potencial de hasta el 18% en los próximos 30 años, si no se realizan esfuerzos de descarbonización. Esto no incluye la devastación a la que se enfrentaría nuestro planeta en términos de pérdida de biodiversidad y de vidas humanas.

Llegar a cero emisiones netas en 2050 requerirá una transformación fundamental de nuestra economía, a medida que las empresas y los países cambien sus combinaciones energéticas, aumenten la eficiencia e inviertan en nuevas soluciones de carbono cero. No obstante, una transición verde puede añadir millones de puestos de trabajo y billones de dólares a la economía mundial. La Coalición First Movers -un grupo de 30 empresas líderes, lanzada en la COP26 por el Foro Económico Mundial y el Enviado Especial para de Estados Unidos para el Cambio Climático, John Kerry- está ayudando a crear una economía verde impulsando señales de demanda de nuevas tecnologías bajas en carbono.

Todas nuestras prioridades -una economía mundial más equitativa, digital y verde- dependen de una mayor cooperación global porque son demasiado grandes, demasiado complejas y demasiado interconectadas para que una empresa o un país las aborden por sí solos. Por eso debemos abandonar la mentalidad de suma cero, en la que los actores globales creen que la prosperidad solo puede llegar a expensas de los demás. Como dijo el Presidente de China, Xi Jinping, en la Agenda de Davos del Foro Económico Mundial en enero: "El camino correcto para la humanidad es el desarrollo pacífico y la cooperación en la que todos ganan".

Este artículo se publicó originalmente en CGTN.

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