8 gráficos que indican las señales de riesgo para la economía española

Con la colaboración de Llorente y Cuenca
Christmas lights are seen in Madrid, Spain December 23, 2016. REUTERS/Juan Medina - RTX2WBVR

Image: REUTERS/Juan Medina - RTX2WBVR

Jordi Sevilla
Economista y vicepresidente de contexto económico de Llorente & Cuenca. , Ministro de Administraciones Públicas del Gobierno de España entre 2004 y 2007.
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Se acumulan las señales de riesgo para la economía española. Entre las más destacadas, un elevado endeudamiento ante un giro restrictivo de la política monetaria. Nuestra baja productividad horaria está en el centro de las preocupaciones y mejorarla exige importantes cambios en la política económica. Además, se prevé que el regreso de la inflación sea negativo para el crecimiento real al dañar el consumo y la competitividad exterior.

Demasiada deuda para los tipos de interés que vienen

En 2017 España emitirá 350.000 millones de euros entre deuda pública y privada. Aunque la deuda privada ha bajado un 22,4 % desde 2008, la deuda pública se ha incrementado más del 150 %, por lo que como país seguimos teniendo más deuda total que antes de la crisis.

La Comisión Europea advierte de la alta proporción de deuda en manos de acreedores no residentes (43,3 %). De hecho, más del 40 % de la deuda pública emitida en 2016 está en manos del BCE. Las obligaciones de pago frente al exterior han seguido una trayectoria ascendente desde el estallido de la crisis, y la deuda externa neta está estancada. El previsible endurecimiento de la política monetaria y los efectos de la subida de tipos en EE. UU. incrementa los riesgos de este elevado endeudamiento.

Hay una alta probabilidad de que los costes del endeudamiento suban de aquí a final de año, lo que enfriará el consumo de las familias y puede obligar a un nuevo ajuste presupuestario al ser la primera partida de gastos del Estado.

La brecha de productividad, principal riesgo sobre el futuro

España mantiene una importante brecha de productividad horaria que la recuperación actual no está reduciendo. Si nos comparamos con Alemania, la brecha se mantiene en torno a 13,4 €/hora desde el 2000. La productividad horaria es mejor medida de la productividad aparente del trabajo que la productividad por ocupado y su crecimiento está determinado por la calidad del trabajo y la calidad del capital que producen en esa hora, medido por la productividad total de los factores.

Como puede verse en esta tabla, la productividad total de los factores, excepto en el inicio de la integración europea, no ha crecido o incluso ha decrecido y no parece que con la recuperación actual la PTF aporte más a la economía de lo que lo ha hecho en los últimos 20 años.

Fuente: OCDE

La evolución del PIB per cápita en España está estrechamente relacionado con las horas trabajadas (0,90 coef. Correl.) y menos con la productividad por hora (-0,47 coef. Correl.). En la OCDE , en cambio, la producción per cápita se asocia tanto a la producción por hora (0,57) como a las horas trabajadas (0,80).

Fuente: OCDE

Se prevé que previsibles mejoras salariales a partir de 2017 deteriorarán la competitividad exterior salvo que se mejore sustancialmente la productividad horaria mediante un cambio importante en los incentivos.

El regreso de la inflación

Las previsiones estiman que el año acabará con un IPC cercano al 2,5 %. La inflación nunca se ha ido (véase el IPC subyacente que no incluye ni energía ni alimentos sin elaborar). Se ha atemperado por la crisis (la falta de demanda y la reducción de costes –salarios) y ha caído por la reducción transitoria de los precios del petróleo.

En el periodo 1995-2007, la inflación se situaba en torno al 3 % de media. La bajada del 2009 se debe a la fuerte caída de actividad en los inicios de la crisis. En cambio, la reducción de la inflación desde 2014 se debe a factores externos y, sobre todo, a los bajos precios del petróleo.

Fuente: Eurostat

Un IPC negativo y unas reducidas expectativas de inflación han contenido el crecimiento de los salarios –devaluados por la crisis-.

Fuente: Eurostat

Los márgenes empresariales, sin embargo, han aumentado y la inversión ha recuperado tasas positivas. La contención de precios y costes ha servido para mejorar la competitividad externa. Las expectativas de inflación desde el inicio de la crisis se han reducido. Eso ha modificado la curva de Phillips (la relación entre crecimiento salarial y desempleo). En los años de la recuperación actual la (misma) reducción salarial consigue reducir la tasa de desempleo unas 3 veces más que en el periodo pre-crisis.

Fuente: Llorente & Cuenca

Se prevé que el crecimiento de la inflación reduzca el consumo real y el crecimiento real (PIB). El paro no disminuirá con la misma rapidez.

Los cuadros y gráficas han sido elaborados por Llorente & Cuenca a partir de los datos oficiales del INE, Banco de España, OCDE o FMI.

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