Top 10 economías más competitivas de Europa

Caroline Galvan
Senior Manager, World Economic Forum
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La edición 2014 del Informe de Competitividad de Europa 2020, publicado esta semana, muestra el progreso de Europa respecto a su agenda de competitividad. El informe incluye un índice que clasifica la competitividad de los estados miembros de la Unión Europea. Aquí aparecen los 10 países mejor posicionados en la lista del año en curso.

1. Finlandia se posiciona en el 1er lugar de esta edición del Índice de Competitividad de Europa 2020, apoyada por un sólido desempeño al asentar los cimientos de un crecimiento inteligente desde la edición de 2012. Esto es impulsado por un gran enfoque en la educación y la capacitación (1º en esta columna), lo cual le ha proporcionado a la fuerza laboral las destrezas necesarias para adaptarse rápidamente a un medio cambiante, y ha establecido los fundamentos para altos niveles de adopción tecnológica e innovación. Finlandia sigue siendo uno de los motores de innovación en Europa. Ocupa el primer lugar en la columna de innovación de Europa y es líder global en el tránsito hacia una economía digital (1º).

El medio emprendedor de Finlandia (2º) fomenta la creación de negocios, apoyado por la amplia disponibilidad de finanzas para la inversión empresarial. Finlandia también recibe una sólida evaluación en el componente del crecimiento incluyente (2º); cuenta con un mercado laboral de excelente funcionalidad y una participación relativamente sólida en el mercado laboral, así como una sólida inclusión social (1º) en base a los bajos niveles de inequidad en el país, pues proporciona servicios sociales y oportunidad para que sus ciudadanos puedan mejorar su estado económico independientemente de su extracción socioeconómica (1º en movilidad social). El sólido desempeño de Finlandia en el componente de sustentabilidad (2º) demuestra que su poder económico no se ha logrado a expensas de las prácticas y resultados ambientalmente sustentables.

2. Suecia ha retrocedido un sitio y se encuentra en el 2º lugar. Su desempeño en el subíndice de crecimiento inteligente es bueno, y lo impulsa una saludable competencia en el mercado nacional, una sólida cultura de emprendimiento, grupos bien desarrollados y un financiamiento más fácilmente disponible que en muchas partes de Europa. Suecia también ha dado grandes pasos al motivar la adopción de la tecnología digital de punta a fin de fortalecer la productividad y la innovación (2º en la columna de la agenda digital). El énfasis para crear las condiciones para el crecimiento en base a la innovación a lo largo de los años ha tenido resultados, al colocar a Suecia en el segundo lugar de la columna de innovación en Europa, con técnicas empresarias muy sofisticadas, un alto gasto en la investigación y el desarrollo (a pesar de ser menor que en la edición anterior) y una excelente colaboración entre universidades y el sector privado en el campo de la investigación, lo cual ha dado como resultado que muchas de sus innovaciones lleguen al mercado.

Suecia también aparece en el 1er lugar en la columna de sustentabilidad ambiental, demostrando que la sustentabilidad y la innovación pueden ir de la mano con regulaciones ambientales bien aplicadas y niveles de contaminación mucho más bajos que en muchas otras partes del mundo. Suecia tiene un desempeño menos sólido en el subíndice del crecimiento incluyente (4º). Con niveles de desigualdad bajos y un buen sistema de salud y servicios sociales, la posición de Suecia cae debido a su resultado en la columna del mercado laboral y empleo, donde ocupa el 7º lugar de 28. Esto tiene que ver con la falta de flexibilidad en el mercado laboral, algunas preocupaciones acerca de la relación entre el pago y la productividad en el país, así como un índice de desempleo juvenil notablemente alto de 23.4%.

3. Los Países Bajos ocupan en 3er lugar general y siguen con un sólido desempeño tanto en términos de la construcción de una sociedad más inteligente (3º) como más incluyente (3º). Esto a pesar de las dificultades económicas y financieras de años anteriores que han generado inquietudes acerca de sus sectores de bienes raíces y de finanzas, lo cual ha afectado el acceso a los préstamos (9º) y esto en turno ha resultado en tasas de desempleo más altas. En general, los Países Bajos siguen con un desempeño sólido, con uno de los medios operacionales más eficaces y más pro negocios en Europa (3º) y un sobresaliente uso de las TCI (1º), aunado con un sistema educativo de excelente desempeño (2º), el cual facilita altos niveles de innovación en una economía basada en los servicios. Estos recursos jugarán un papel importante al sostener un crecimiento robusto en el futuro. En el contexto económico actual, y a pesar del aumento en el desempleo y la persistente rigidez en el mercado laboral, los Países Bajos han podido mantener un alto nivel de inclusión social (2º).

Esto ha llegado sin aumento en la disparidad de ingresos, como se aprecia en un coeficiente de Gini muy estable (5º), y con eficaces políticas gubernamentales (2º) para reducir la pobreza y la inequidad y garantizar acceso a servicios públicos como la atención médica (6º). En el futuro, el país deberá corregir las persistentes rigideces en su mercado laboral, en base a la exitosa experiencia de algunos países nórdicos al implementar modelos de “flexiguridad” (que buscan reconciliar la necesidad de flexibilidad de los empleadores con el deseo de seguridad de los empleados), y seguir con sus inversiones público privadas en el mejoramiento de productividad de bienes intangibles que mejoran la productividad en áreas como la investigación y el desarrollo, la educación, la capacitación o las TCI.

4. Dinamarca ha descendido un puesto y se encuentra en el 4º lugar. A pesar de que el país recibe calificaciones sólidas por su capacidad innovadora (3º en la columna de Europa innovadora), experimentó un deterioro en el medio del emprendimiento, cayendo cinco puestos hasta el 11º lugar. En contraste, Dinamarca sigue distinguiéndose a través de las prestaciones de su sistema de flexiguridad, pues cuenta con uno de los mercados laborales más eficaces (1º), combinado con una sólida red de seguridad social, lo cual le ha permitido al país lidiar relativamente bien con una caída significativa en el empleo durante la desaceleración.

En general, el sistema ha permitido una alta participación en el mercado, la cual incluye a los jóvenes, en un momento en que muchos otros países europeos están experimentando dificultades en esta área. No obstante, un declive en la columna de la educación y la capacitación es aparente, a pesar de que el país está tomando medidas para reformar las escuelas públicas y la capacitación vocacional. Dinamarca también recibe una sólida evaluación en sustentabilidad, aunque es menor que la que reciben otros países nórdicos, y existen algunas preocupaciones relacionadas con la cantidad de áreas protegidas y emisiones CO2 relativamente altas, aunque durante los últimos cuatro años ha habido una mejoría.

5. Alemania supera a Austria en esta edición y sube una posición para colocarse en el 5º lugar. Las compañías alemanas están entre las más innovadoras del mundo, con un alto gasto en investigación y desarrollo (4º) –notablemente con un aumento de 2.5% a 2.8% del PIB tanto en el sector público como en el privado entre 2010 y 2012– y demuestra una alta capacidad para la innovación (2º). Además, el país aprovecha bien la agenda digital para lograr una productividad más alta (7º). Alemania es también relativamente exitosa en sus esfuerzos de sustentabilidad ambiental (6º en esta columna), con una legislación ambientalista bien aplicada, la cual ha tenido resultados ambientalistas bastante sólidos.

En una nota menos positiva, y a pesar de algunos esfuerzos, el mercado laboral de Alemania se mantiene rígido (lugar 17 en rigidez de prácticas de contratación y despido, aunque ha superado el lugar 22 de hace dos años), y todavía sigue con una baja participación femenina en el mercado laboral. A pesar de que estas rigideces ciertamente han mantenido el desempleo a niveles bajos durante las recientes dificultades económicas, las reglas rígidas siguen obstaculizando la creación de empleos, y una mayor flexibilidad colocaría al país en una posición más sólida hacia el futuro.

6. Austria ocupa el 6º lugar en el Índice de este año, retrocediendo un sitio desde 2012. La mayor fortaleza del país está relacionada con el componente de la sustentabilidad ambiental, y ocupa el 4º lugar en esta columna, con un extenso uso de energía renovable y regulaciones ambientalistas bien aplicadas, así como un ambiente libre de contaminación y emisiones CO2 relativamente bajas. Austria ocupa el igualmente respetable 7º lugar en inclusión social, en base a su amplia oferta de servicios sociales y una sólida participación en el mercado laboral, particularmente entre los jóvenes (2º, y se encuentra en la segunda posición más baja en la tasa de desempleo juvenil). Respecto a las áreas que ameritan mejoramiento, esta imagen positiva se fortalecería más con un mercado laboral más flexible que motive mayor creación de empleos, así como un mayor empleo de mujeres en el sector privado (15º).

El mayor reto de Austria será mejorar aún más su capacidad de innovación. En el subíndice de crecimiento inteligente, el país ocupa el 8º lugar de 28; comparado con otros países europeos, su medio emprendedor es lo más inquietante. Su 9º lugar en esta columna se ha visto afectado primordialmente por los numerosos procedimientos y el prolongado tiempo que se requiere para poder abrir un negocio en Austria, lo cual dificulta la creación de negocios (Austria ocupa el lugar 24 en la subcolumna del emprendimiento). Las mejoras en esta área le darían un impulso importante al potencial innovador del país.

7.  Con una economía altamente desarrollada y orientada hacia el servicio, el Reino Unido ocupa el 7º lugar en el ranking general, aunque ocupa el 5º lugar en la construcción de una economía inteligente, por detrás de Finlandia, Suecia, los Países Bajos y Alemania. Esto ha sido posible gracias a un buen aprovechamiento de las TCI (4º), el cual es instrumental en el apoyo a la innovación de negocios en el sector de los servicios; niveles relativamente altos de capacitación (6º) y condiciones favorables para los negocios (5º) relacionadas con altos niveles de competencia (5º) y disponibilidad de financiamiento por mercados de valores locales (2º) y capital de riesgo (4º). A pesar de esta posición relativamente sólida, el país sigue enfrentando problemas para proporcionar empleo remunerado para algunos de los segmentos de la población, sobre todo para los jóvenes, cuya tasa de desempleo está por encima del 20% a pesar de tener mercados laborales bastante flexibles (5º).

El Reino Unido también registra una de las más altas tasas de inequidad en Europa (22º). En conjunto, esto indica algunas de las áreas que requieren mejoramiento para continuar compitiendo de manera exitosa y extendiendo los beneficios a todos los segmentos de la sociedad. Con mayor precisión, a pesar de que el desempeño del sistema científico es bueno (4º) debido a sus universidades de clase mundial, su adopción de innovación (9º) es relativamente baja debido en parte a tasas de investigación y desarrollo corporativos en descenso. A pesar de que las estructuras económicas del país pueden en parte justificar estas tasas bajas, es posible que varias industrias de manufactura deban aumentar sus inversiones a fin de mejorar su potencial innovador. Además, la calidad general del sistema de educación, a pesar de ser buena, está por debajo de muchos otros países europeos (descendió dos puestos, hasta el 9º) y admite una cantidad menor de estudiantes en educación universitaria (18º). Por último, a fin de garantizar un proceso de desarrollo más armonioso, se debe prestar mayor énfasis en varias dimensiones que apoyan la sustentabilidad ambiental (12º).

8. Luxemburgo sigue estable en el 8º lugar general a pesar de mejorías comparativas en términos de la construcción de una economía más inteligente e incluyente, en las cuales ha subido, respectivamente, tres lugares hasta el 7º y un lugar hasta el 5º. El país sigue demostrando uno de los medios más favorables para los negocios en la UE (4º), con altos niveles de competencia (2º), bajos impuestos (1º) y, en términos comparativos con otras economías europeas, un acceso bastante fluido al financiamiento (3º). Además, y siguiendo una visión estratégica a largo plazo para diversificar su economía, Luxemburgo sigue desarrollando sólidamente su disposición (1º) y uso (8º) digitales y fortaleciendo su sistema de innovación.

A pesar de este progreso, el país sigue sufriendo de niveles relativamente bajos de investigación y desarrollo (15º) y una escasez de científicos e ingenieros (19º), lo cual se explica en parte por su estructura económica en base a los servicios, la cual podría depender de otras fuentes aparte de la investigación y el desarrollo para apoyar y fomentar la innovación. A fin de seguir apoyando una economía con buen desempeño y en base al conocimiento, Luxemburgo deberá abordar algunas de las preocupaciones persistentes acerca de su sistema educativo, tanto en términos de calidad como de cantidad, para poder garantizar un buen suministro de trabajadores calificados y para abordar las disparidades de ingresos potenciales que pueden afectar a una sociedad relativamente coherente (3º) con políticas gubernamentales eficaces que reduzcan la pobreza y la inequidad (4º). Con más precisión, y de acuerdo con los resultados de PISA, a pesar de que la calidad de su sistema educativo ha mejorado en los últimos años, el país ocupa el lugar número 15 y sus calificaciones siguen estando por debajo del promedio de la UE.

9. En el 9º lugar, Bélgica repite su posición en el ranking general e ilustra un perfil muy similar al de la pasada evaluación, tanto en términos de fortalezas como debilidades. En general, el país sigue disfrutando de uno de los sistemas educativos y de capacitación de mejor desempeño (3º) el cual proporciona una fuerza laboral calificada. Además, Bélgica sigue sobresaliendo en su producción científica (4º), la cual apoya innovaciones importantes en una industria en base a la ciencia con vínculos cercanos al sistema universitario (3º). Esto tiene como resultado niveles aceptables de desarrollo tecnológico (9º). En general, las políticas que favorecen a los negocios, a pesar de un régimen fiscal alto y actitudes muy negativas hacia el fracaso emprendedor (27º), han propiciado las condiciones adecuadas para que los negocios desarrollen sus actividades (7º).

En términos de cohesión (5º), las redes sociales sólidas (1º) y el acceso a servicios básicos como la atención médica (1º) siguen cimentando una sociedad incluyente, en la cual la inequidad de ingresos no ha crecido a pesar de la desaceleración económica (7º). A pesar de este importante logro, la participación en el mercado laboral, la cual es supuestamente uno de los mejores mecanismos para apoyar a las sociedades incluyentes de una manera sustentable, sigue siendo preocupante. Bélgica tiene una tasa de actividad muy baja (23º) que en parte podría explicarse por los efectos negativos de la tributación en los incentivos para trabajar (25º), las sólidas rigideces en las prácticas de contratación y despido (25º) y cierta desconexión entre el pago y la productividad (22º).

10. Francia ocupa el 10º lugar en el Índice general, a pesar de haber descendido, pues tiene un desempeño más sólido en el subíndice del crecimiento inteligente y en la columna de sustentabilidad ambiental que en componentes que miden la inclusión. Un sistema educativo y de capacitación relativamente sólido (10º) ha propiciado las bases para un sector empresarial agresivo respecto a la adopción de tecnologías digitales para el fortalecimiento de la productividad (9º en la agenda digital). Estos atributos han tenido como resultado una cultura empresarial relativamente innovadora (10º en la columna de Europa innovadora), con un alto gasto en investigación y desarrollo: 2.25% de su PIB en 2012; además cuenta con una sólida cultura de mercadotecnia que sirve para que el mercado adopte nuevas ideas.

A fin de corroborar su cultura empresarial, Francia se beneficiaría al reducir los procedimientos para abrir negocios (17º) y al abordar los altos niveles tributarios que reducen los incentivos para la inversión (24º). Además, Francia ocupa sólo el 14º lugar en el subíndice de crecimiento incluyente, restringido particularmente por las ineficiencias del mercado laboral (26º) y una baja participación en el mercado laboral en general, con altas tasas de desempleo juvenil (16º) y una participación femenina en la fuerza laboral particularmente baja (27º). Comparada con otras economías europeas, Francia también ofrece menos oportunidades para mejorar el estatus económico de los individuos independientemente de su extracción socioeconómica.

Lea la edición 2014 del Informe de Competitividad de Europa 2020.

Autora: Caroline Galvan es economista de la Red de Competitividad y Referentes del Foro Económico Mundial 

Imagen: REUTERS/Vincent Kessler

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